lunes, 9 de enero de 2012

Adiós al progresismo (II)

Va la continuación del post de Amigo de Brutus / r. sobre el sentido de izquierda en la polex. Que lo disfruten.



Recapitulando: ser de izquierda en política exterior no implica necesariamente estar a favor de la integración sino de cierto tipo de integración, ni ser antimilitarista, ni dejar de lado el realismo. Sí implica pensar seriamente en la acumulación de poder para ganar la autonomía que asegure un tratamiento de igualdad en un sistema de autoayuda y también el compromiso de usar prudentemente ese poder acumulado con los estados menos poderosos. Tampoco implica ser necesariamente antinorteamericano...quién sabe si en un futuro ser de izquierda no implicará mirar con desconfianza a la China comunista.
Cambiemos de escala. Tal vez ser de izquierda signifique entonces, simplemente, perseguir aquellas políticas que sistemáticamente disminuyen las diferencias sociales entre los ciudadanos de nuestro propio país. Supongamos que uno combinara esta posición con la de una búsqueda de igualdad entre los estados en el sistema internacional: de izquierda sería la política exterior que persiga en el plano interno una disminución de la desigualdad y en el plano externo una acumulación de poder al mismo tiempo que una afirmación del derecho internacional sobre la base de la igualdad soberana de los estados.

¿Qué pasa entonces con los ciudadanos de otros países? ¿Cómo mirar desde la izquierda la posibilidad de hacer negocios, por ejemplo, con Guinea Ecuatorial (un régimen que hace estas cosas) si con esto lográramos hipotéticamente fortalecer a ENARSA, obtener la energía que requerimos para (re)industrializarnos y por lo tanto fortalecer nuestra situación relativa de poder sin violar el derecho internacional?
Vayamos a la teoría. Los realistas y liberales (que en esto se diferencian solamente en cómo cuentan los porotos) simplemente niegan todo el asunto: la política exterior carece de moral y los estados se guían por sus intereses.
Pero Walzer dice algo interesante para contraponer a esta perspectiva: “[sometimes] strategic arguments about what is possible or necessary are a facade behind which political and military leaders act out their deepest moral and political convictions”. El ejemplo del texto es interesante: durante el debate que tuvo lugar dentro del gobierno británico sobre el bombardeo a objetivos civiles en la segunda guerra mundial se expresaron las dos posiciones, pro y contra, en términos exclusivamente estratégicos, nada de cháchara moral. Sin embargo luego de la guerra los funcionarios que defendían cada una de las posiciones se convirtieron, en su gran mayoría, en parte de los partidos Conservador y Laborista, respectivamente. Todo esto para dejar en claro que es imposible escapar al debate sobre “la ciudad virtuosa”, diría Strauss, aún cuando uno cree que sólo suma porotos.
Walzer brinda cuatro proposiciones para una política exterior que son interesantes para discutir y que creo resumen en términos generales los valores de la izquierda en la política exterior de los que venimos hablando:

  1. La primer obligación de un estado es para con la libertad, seguridad [prosperidad e igualdad deberíamos agregar] de sus ciudadanos
  2. La segunda es no hacer daño a los ciudadanos de otros estados o reparar el daño causado.
  3. La tercera es ayudar a esos ciudadanos, cuando fuera posible, a escapar a los desastres de la vida colectiva (genocidios, limpieza étnica, etc.)
  4. La cuarta ayudarlos, cuando quisieran ser ayudados, para construir sistemas políticos no-represivos.

Walzer escribe para los EEUU y por lo tanto más adelante en su ensayo, si bien se pronuncia por la preferencia de las acciones multilaterales, dice que es aceptable la intervención unilateral cuando la intervención multilateral no es efectiva. Claramente, no vale siquiera la pena pensar una alternativa como esa para nuestro país: simplemente carecemos del poder para sustentarla. 
Walzer agrega sabiamente que “[…] the inability to act in one case doesn’t require a state, for the sake of moral consistency, to refuse to act in other cases. Prudential calculations may sometimes preclude intervention even in the face of crimes against humanity but that fact can’t be used to justify inaction in cases for which the same calculations produce a different result”
Mejor dicho: cuando estos preceptos entran en contradicción y la realidad de la política (internacional) fuerza ciertas definiciones entonces vale lo de M. Ponty tal como lo explica Rinesi “Pues bien Merleau-Ponty no sólo no se escandaliza frente a la indicación maquiaveliana de que el Príncipe debe estar preparado para, llegado el caso, “no ser bueno”, no sólo no considera a esta indicación el momento en que las consideraciones ‘políticas’ se imponen sobre los dictados morales, sino que apunta que este ‘precepto de política’ que manda conservarse dueño de sí frente al universo de los valores morales ‘bien podría ser la regla de la verdadera moral’. Es decir: que no sólo el mandato maquiaveliano de la flexibilidad frente a los dogmas morales no constituye un argumento de la política frente a la moral, sino que constituye un argumento moral. Porque en efecto, no se trata de que a veces convenga ‘no ser bueno’, sino de que, cuando ése es el caso, ‘no ser bueno’ es el único modo de ser verdaderamente bueno”.
Lo que nos queda para esas situaciones es la capacidad de hacer juicio sobre la acción política y publicarlo (rezando por que nuestros jefes sean más bien Kantianos). Un juicio que debe ser mucho más complejo que la división binaria del campo entre conservadores y progresistas como si fuera una clara línea entre buenos y malos.
Yo me siento bastante cómodo con estos principios pero escucho propuestas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

los 4 resumidos en el de John Adams
We are the friends of Liberty everywhere. We are the guardians only of our own

pasando a algo humoristico

In my many years I have come to a conclusion that one useless man is a shame, two is a law firm, and three or more is a congress.

ayj

el de adentro dijo...

Ayj, muy buena la cita de Adams. Ahora, lo de three or more, es una puñalada indirecta, je je je? Uno hace lo que puede, vio....

Anónimo dijo...

bueno, la cita la he leido mucho en algun blog que leo, lo otro, que vamos a hacer, tambien Dante tenia una opinion similar, creeria peor, no les habia reservado un circulo exclusivo en el infierno? (y eso que creo lo era)

saludos

ayj