lunes, 20 de octubre de 2014

El mundo que pasa por la ventana

Tengo muy poco para escribir. Mi falta total de asunto hace que haya planeado escribir un post sobre cómo se pasan los días y las horas en el Consulado General en Sidney, pero ya lo haya medio agotado en el post anterior - que no tendría que haber sido sobre eso. Así que voy a aprovechar este espacio que tan gentilmente me han asignado para contarles un montón de cosas irrelevantes, poco interesantes y superfluas sobre este Consulado.

Pero antes debo confesarles que esto es algo que me viene pasando bastante seguido desde que llegué a Sidney. Irme por las ramas no, eso siempre me pasó - en Buenos Aires, Angola, Japón, Alemania o donde sea. Esto de terminar las cosas antes. No en el laburo, que los días se me pasan volando y siento que no me alcanza el tiempo. Pero un domingo, ponéle. Planifico algo para hacer. En función de las distancias y el interés, le asigno una determinada cantidad de tiempo. La Lonely Planet o Internet me comentan que es imperdible, y que hay una callecita encantadora llena de restaurantes fascinantes. Me emociono. Imagino un almuerzo en uno de esos lugares encantadores. Me doy un poco más de tiempo para recorrer tranquilo, extasiado.

Una vez que encaro el recorrido planeado, me doy cuenta que hago todo mucho más rápido de lo que había pensado. Y si había calculado llegar a la callecita encantadora llena de restaurantes imperdibles a eso de la 1 de la tarde, famélico y cerca del nirvana, son las 11:45 y ya estoy ahí, medio aburrido y sin nada de hambre. Decido adelantar algunas de las cosas que había pensado para la tarde. En mi cabeza, pienso: "lo de la tarde me va a encantar, me guardé lo mejor para la tarde. Es cuestión de abrir un poco el apetito, y estos restaurancitos que ahora parecen medio de morondanga se van a ver bárbaros".

Pero llega la 1:30 de la tarde, ya terminé todo el recorrido de la tarde, estoy cagado de hambre pero esos restaurancitos que en la Lonely Planet o en Internet se ven tan apetecibles no me despiertan emociones violentas. Termino negociando un curry verde de pollo y berenjenas en un tailandés medio pata sucia que vi en una cortada. El curry verde no tiene mucho gusto a nada. Son las dos de la tarde, ya no tengo nada para hacer y cero ganas de seguir caminando. Por otra parte, pienso... "si termino de recorrer toda la ciudad hoy, ¿qué joraca voy a hacer el fin de semana que viene? ¿Y los fines de semana por los próximos cuatro años?".

Me doy cuenta que si me siento de nuevo en un parque a leer o vuelvo a mi departamento temporario a escuchar música o ver una película me van a crecer hongos. Entro a un pub. Como la gente empieza a beber en el desayuno, no me siento culpable de pedir una cerveza después del almuerzo. Por lo menos la cerveza en Australia es buena. Es domingo, al fin y al cabo. L@s locales son muy charletas, y en seguida empiezan a darle a la lengua:

Local - ¿De dónde sos, mate?
Yo - De Argentina
L: Ajá, mirá vos. ¿Hace mucho en Sidney?
Y: 2/3/4/5 semanas (depende del domingo)
L: Ahhhh, ¡Qué suerte tenés!
Y: ¿Por qué?
L: Por estar en Sidney.
Y: Bah, qué sé yo, estoy por laburo.
L: Sí, pero te podría haber tocado laburar en cualquier otro lugar en el mundo y justo tenés la suerte que te tocó Sidney.

A esta altura ya estoy bastante crispado, la falta total de cosas para hacer y la cerveza hacen su efecto. Termino conteniendo mis emociones violentas y decido no tirarle lo que queda de la cerveza en la cara. No le digo que "sí, podría estar comiendo ravioles en casa con mi familia o estar pasándola bomba en Río de Janeiro, pero no, estoy en un pub inmundo en el fin del mundo rodeado de borrachos a las 2:30 de la tarde por falta total de opciones. Yo sí que me saqué el gordo de Navidad en la lotería de la vida".

2/3/4/5 semanas en Sidney (depende del domingo) y ya me estoy transformando en Violencia Rivas. Volver a mi departamento temporario a escuchar música ya no suena la peor opción del mundo, ni la más decadente. El clima es espectacular, se acerca el verano, mi humor va a cambiar. Lo sé porque miro la tarde que pasa por la ventana de mi departamento temporario.

4 comentarios:

Comandante Cansado dijo...

¿Ya hablamos de Guy Delisle? Si lo leyó seguro que le gusta. Y muy divertido el post (pero no me pegue).

Anónimo dijo...

Querido Eldeadentro.
Qué cagada sentirse así, más allá de que sea divertido leerte en todo Woody Allen, vivir en un lugar que te desmotiva es una experiencia muy poco recomendable, sobre todo si es por mucho tiempo.
Salvando las distancias, que en esta ocasión son más reales que literarias, a mi me pasó algo similar los cuatro años que curse mi carrera universitaria en una pequeña ciudad.
En ese tiempo salir de bares era imposible, los pocos que había ninguno tenía onda, y la gente que concurría era siempre la misma, al punto que cada uno era casi dueño de una silla o un rincón del bar. Pasear, ir al cine, al teatro, a un lugar distinto, nada de eso era posible y por más que quisieras escapar de la rutina los lugares comunes y aburridos te obligaban a circunscribirte a un derrotero permanente por pequeños oasis de interés, principalmente casas de amigos (que no eran muchos).
El comienzo de la semana era una suerte de pesadilla y salvación a la vez, ya que con el lunes retomaba la cursada y el trabajo y eso mal que mal cortaba la apatía generalizada de los domingos interminables y desérticos.
La forma de sobrevivir, y sobretodo mantener la alegría, resultó en dejar de extrañar las viejas actividades e intereses que tenía en mi ciudad natal y comenzar a buscar nuevas, esas que el lugar ofrecía y que podían llegar a interesarme, así que sin llegar a ponerme sermonero te tiro un par de ideas, a modo de perspectiva solidaria:
• No instales una playstation4 en tu habitación.
• Si no te julepea el frío bucear o surfear es una buena opción.
• Andar en moto por el desierto es un mundo aparte
• Algo más extraño es la esgrima japonesa, llamada kendo, que es una disciplina que a mi me apasiona y que en Syney se desarrolla muy bien.

Te mando un abrazo y suerte.
Santiago

el de adentro dijo...

Comandante, lo voy a buscar la próxima vez que vaya a Kinokuniya, que me queda a dos cuadras del consulado y tienen de todo!!!!!

Santiago: gracias por los consejos, pero respecto al primero de ellos ya llegaste tarde.... siento informar que la PS4 ya está instalada.... algún gusto me tenía que dar, je je je. Lo de surfear es una buena, lo estoy pensando....

Comandante Cansado dijo...

Sobre Delisle (http://en.wikipedia.org/wiki/Guy_Delisle), elija los libros centrados en sus estadías en países diversos: Shenzen, Pyongyang, Chroniques birmanes, Chroniques de Jérusalem. Hay traducciones al inglés.