viernes, 5 de agosto de 2011

De traslados y licitaciones (I)

Es como una secuencia: después de hablar de Embajadas y Consulados, es lógico tratar del proceso que lleva a que diplomáticos y diplomáticas poblemos esas sedes. Uno de los 130 destinos en el exterior que mencioné en ese post. Como es de imaginarse, algunos destinos son más deseados que otros. Manejar el proceso que resulta en que todas nuestras sedes tengan una dotación adecuada de personal es una de las tareas más complicadas que debe realizar la Dirección de Personal.


La ley del servicio exterior es muy general sobre el asunto, el capítulo VII establece el sistema de traslados, plazos de permanencia (2 a 6 años en la Argentina, 4 a 6 en el exterior), plazo de 45 días para estar en destino, derechos de los funcionarios al ser trasladados: gastos de traslado, pasaje para los familiares. En uno de los artículos de menor grado de cumplimiento de toda la ley, el 55 establece que:


El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto tendrá en cuenta en las designaciones y traslados que los funcionarios con mejor calificación deberán ser destinados prioritariamente a los países de América latina. Todo funcionario en el transcurso de su carrera deberá servir en dos períodos como mínimo en países latinoamericanos, y alternar en países de los cinco continentes; asimismo deberá prestar servicios por lo menos en dos oportunidades en funciones consulares, tanto en la Cancillería como en el exterior.


¿Es un chiste?

El reglamento de la ley establece cuestiones prácticas: que los matrimonios de diplomáticos tienen prioridad para obtener la misma ciudad, que salvo razones de servicio los traslados desde y hacia el exterior se efectuarán en el segundo semestre del año, la supuesta prioridad para los que cumplen plazos de permanencia máxima en destinos de régimen especial (los destinos tóxicos).

En la práctica, el sistema de traslados de los funcionarios que no son jefe de misión funciona alrededor de una gran licitación anual. Los jefes de misión son designaciones políticas, y no licitan. La llamada licitación es una publicación de las vacantes disponibles en el exterior según el rango, y las condiciones para presentarse: plazo mínimo de permanencia en la Argentina de dos años, los cursos aprobados, etc etc.


Con base en las vacantes disponibles uno llena un formulario con sus expresiones de deseo, lo pone en un sobre y se lo dirige a Papá Noel, en el Polo Norte. O a la Dirección de Personal en el 4° piso. Cada licitación viene con sus reglitas y bemoles particulares. En determinadas épocas, uno podía licitar un máximo de 3 lugares, hoy en día hay que licitar destinos en todos los continentes. Una de las grandes ventajas del sistema es que no se manda a la gente a dedo: si pedís muchos destinos dulces, te podés quedar sin nada en la mano, pero no te van a mandar a la fuerza a que te chupes una mandarina amarga. Creo que hay una lógica poderosa por detrás de eso: lo peor que nos puede pasar como Ministerio es tener a parte de la tropa puteando por tener que vivir en ciudades que no eligieron.


El sistema de licitaciones genera, además de toda la ansiedad de esas semanas, los nervios, las lágrimas, las amistades rotas, un curioso uso del verbo "licitar", que es parte del llamado "lenguaje diplomático" (?). Ejemplos de uso correcto: "iba a licitar este año pero me surgió el tema este del embarazo"; "licité París, Milán y Nueva York y me llamaron de Personal para ofrecerme Kiev. Dicen que queda en Europa. No sé si aceptar o no."; "si licito y me sale algo decente, te juro que me arrodillo y le pido la mano a la secretaria esa del 8°".


Una vez que vence el plazo de la licitación, empieza un delicado proceso para llenar todos los ravioles vacíos. En las áreas internas de cancillería, son momento febriles: los directores empiezan a armar sus shopping lists de gente que quieren ubicar, los elevan a los subsecretarios y de ahí al nivel negociador, que es el de Secretario. Los pasillos y ascensores se llenan de falsos influyentes diciéndole a la gente "lo tuyo ya está". Los sórdidos detalles, en la próxima entrega.

6 comentarios:

Matías dijo...

Vengo sólo para decir que estos últimos posts son droga.

Incluso hasta creo que quizás me gustaría después de recibido meterme en el ISEN. Hojaldre.

Saluti!

el de adentro dijo...

'Chasgracias, Matías! A la santa pipeta, nunca me imaginé que una de las funciones sociales del bloj podría ser el reclutamiento de personal, jua jua jua. Lo voy a poner en mi curriculum a disposición de la Junta!!!!

Anónimo dijo...

Hola Mr de Adentro, hace poco llegue a tu blog (buscando info sobre el ISEN), realmente muy bueno y muy util para aquellos que pensamos en la diplomacia como parte de nuestro futuro. De a poco voy leyendo los posts mas viejos

No creas que he salido de las sombras y el anonimato solo para elogiarte. Mas bien, como lector habitual, quiero exigir la segunda parte de este post! jejejeje

Saludos
Boreal

el de adentro dijo...

Bienvenido Boreal. La buena noticia es que la segunda parte está lista. La triste noticia es que es aburrida y ni en pedo la publico como está. Cuando le encuentre la vuelta, la saco. Se va a requerir un poco de paciencia, je je je. Como dijo Elaion, las cosas como son...

Anónimo dijo...

Hola el de adentro! Me re emocioné con el blog, empezé también buscando cosas del ISEN y me estoy leyendo todas las entradas ya.
Lo triste es que me falta mucho todavía para presentarme, pero dentro de unos años cuando tenga la edad y la carrera allí estaré.
Saludos!

Anónimo dijo...

hola, llegué a este blog buscando info del ISEN y me cautivó no solo por lo interesante de lo que comenta sino por la chispa que se desprende en cada párrafo. Me parece muy bueno lo que haces y me resulta muy útil dado que desde donde estoy todo ese mundo parece inalcanzable, sin embargo no descarto la posibilidad de entrar algún día. saludos!!!