jueves, 19 de enero de 2012

¿Dónde queda la Argentina?

Bueno, después del quejoso tono de mi post anterior, decidí tomar el toro por las astas y empezar a tratar Los Grandes Temas. Si algo me quedó de mis clases de teoría de las relaciones internacionales es que, al hablar de cualquier tema de política internacional, la ausencia de un marco teórico implica que uno padece de una opinologitis (también conocida como doñarosismo) y termina cayendo en un artículo de diario. Por eso, antes de empezar con Los Grandes Temas me parece esencial hacerse un par de Grandes Preguntas (la metafísica de la blogudez): ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Cuál es la razón de nuestra existencia? En otras palabras: ¿Qué lugar ocupa la Argentina en el mundo?


Creo que todos podemos estar de acuerdo en que no somos una Superpotencia - aunque escucho argumentos en contrario. En el otro extremo, en un post llamado "Lectores que diferencian entre información y campañas pagadas por el Estado", uno de los bloggeros que sí tratan Los Grandes Temas de la Política Internacional recoge un comentario (en el sentido de información y no campaña) que afirma lo siguiente:


Cada vez estoy más convencido que esta comarca, no puedo llamarla nación ya, se encamina a la fragmentación geográfica y política.


Quizá tenga razón el comentarista y esto que llamamos República Argentina sea un invento a sueldo de Fuerza Bruta, así que me voy a apurar para terminar este post rápido rápido, antes que nos desintegremos y no tenga sentido hablar del lugar de esta comarca en el sistema de naciones. Intuitivamente, podríamos decir que somos una potencia mediana, o una potencia regional, pero ¿es realmente eso lo que somos? Ahora bien, para poder responder a esa Gran Pregunta, antes tenemos que preguntar: ¿Qué es una potencia mediana?


Para no tener que pensar mucho, podríamos tratar de ubicarnos en el escenario internacional a partir de mediciones de variables que hacen al poder de un país. Por ejemplo, entre las aproximadamente 200 naciones independientes del mundo, somos la 32 en población, 8 en superficie, 27 en PIB nominal, 22 en PIB PPP, 146 en gasto militar como porcentaje del PIB, 18 en usuarios de internet, 8 en red ferroviaria, 30 en emisiones de dióxido de carbono, 45 en índice de desarrollo humano, 2 en punto más austral . Si todo se limitara a promediar nuestras distintas ubicaciones en el mundo, podríamos decir que somos una potencia mediana. Pero corremos el riesgo de contraer indexofilia, y no es un método muy científico. Así que vayamos a la teoría.


Para el realismo puro y duro, no existe eso de las potencias medianas: la Historia es escrita por las grandes potencias, y los demás países son como moscas que revolotean y se alimentan de la mierda de los grandes, hacen un ruidito molesto pero ni siquiera tienen el poder de picar como un mosquito. Pero el realismo puro y duro no existe, y hasta un autor esencialmente realista como Martin Wight terminó haciendo una distinción entre las potencias medianas y  regionales en el capítulo V (Potencias Menores) de su clásico "La Política del Poder":


Las presiones políticas no actúan de manera uniforme sobre la totalidad del sistema de Estados, y en algunas regiones culturalmente unidas pero políticamente divididas una sociedad internacional subordinada entra en escena, con un sistema de Estados que reproduce en miniatura las características del sistema de Estados general.


Cita como ejemplos de potencias regionales a Brasil y Argentina en Sudamérica, pero termina concluyendo que existe generalmente un mayor abismo entre las grandes potencias y las potencias medianas que entre estas y las potencias menores. Como definición, Wight afirma que sólo las grandes potencias tienen intereses generales y pueden "unificar continentes, dominar los mares o controlar los mercados internacionales". Pero mientras las potencias menores cuentan con "una política externa tan limitada que no llegan a tener intereses más allá de la preservación de su independencia", les reconoce (¿nos reconoce?) a las potencias medianas cierto interés general limitado a algunas cuestiones y a la región de pertenencia y cierta capacidad de acción.


Entonces la pregunta que nos debemos hacer es: ¿tenemos intereses nacionales, aunque sean limitados, que vayan más allá de mantener nuestra independencia? Y, si la respuesta fuera positiva, ¿tenemos capacidad para actuar en consecuencia? Ahora, para hacerlo más estricto: ¿nuestra acción en estos temas se prolonga en el tiempo? Creo que si los logro convencer, queridos lectores y lectoras, que en un número arbitrario (pongamos siete, porque me gusta el número 7) de Grandes Temas cumplimos con esas tres condiciones, nos podemos auto-titular una Potencia Mediana. Veamos:


1. Descolonización: es la piedra fundamental de nuestro reclamo por Malvinas. Si bien no hemos tenido el poder de fuego para recuperar las islas, hemos logrado bloquear (con un fuerte apoyo del G-77) todos los intentos británicos de aplicar el principio de auto-determinación para los kelpers. Una derrota en este campo podría implicar un plebiscito, la independencia de las islas y el fin de nuestro reclamo. Game over. No estamos como queremos, con la celeste y blanca flameando en Puerto Argentino, pero hemos logrado mantener la cuestión donde queremos: como un tema de descolonización.


2. Negociaciones comerciales multilaterales: nuestra posición ha sido coherente a lo largo de las últimas décadas, y es la posición de Cairns. Bregamos por una mayor liberalización del comercio agrícola, y jugamos un rol importante en la Ronda Uruguay. En Doha no tuvimos el poder de fuego para imponer el acuerdo que hubiéramos querido, pero sí tuvimos la autonomía para, al lado de la India, bloquear un acuerdo que hubiera sido perjudicial para nuestros intereses industriales.


3. Cambio climático: en temas ambientales nuestra postura es generalmente sólida y más que digna, pero en cambio climático somos líderes. La Argentina cumplió un papel vital en la aprobación del Protocolo de Kioto (1997), y desde entonces jugamos un rol de liderazgo en la materia. No hay mesa chica en materia de cambio climático a la que la Argentina no pueda acceder por mérito propio, y nuestra autoridad moral es ampliamente reconocida por los demás países (y nos ha costado más de una fricción con, por ejemplo, Brasil).


4. Antártida ca: en materia antártica, nuestro rol es científico, político y militar. Desde que el 22 de febrero de 1904 nuestra bandera fuera izada en la primera base antártica permanente del mundo hemos tenido presencia ininterrumpida. Fuimos uno de los 12 países signatarios del Tratado Antártico (1959), y en 2004, después de años de ardua negociación, finalmente se logró crear la Secretaría del Tratado Antártico con sede en Buenos Aires.


5. Estabilidad política regional: de cierta forma, se puede decir que somos una potencia conservadora en estos temas, ya que hemos jugado fuerte en distintas ocasiones para garantizar la estabilidad política en Sudamérica. Nuestro rol en ese sentido ha sido reconocido con el Premio Nobel de la Paz para Saavedra Lamas en 1936, y como ejemplos recientes podemos citar la reunión de emergencia de Unasur en Buenos Aires en ocasión del intento de golpe policial contra Correa en Ecuador, y el rol de Néstor Kirchner como mediador entre Colombia y Venezuela.


6. Cooperación Sur-Sur: la Argentina es uno de los más activos participantes en el sistema de cooperación internacional entre países en desarrollo. Desde la creación del Fondo Argentino de Cooperación Horizontal (FO-AR) en 1992, se han ejecutado más de 4.000 acciones de cooperación en 55 países. Además de ser propulsores de la horizontalidad en la cooperación, también somos muy activos en las modalidades de cooperación triangular (donde un país desarrollado y un país en desarrollo trabajan conjuntamente para brindar cooperación a países de menor desarrollo relativo). En la actualidad, estamos trabajando junto a Naciones Unidas para crear un observatorio de cooperación sur-sur en nuestro país.


7. Derechos Humanos: es un caballito de batalla de la Argentina en el mundo. Tenemos a Madres y Abuelas. Tenemos un Premio Nobel de la Paz. Tenemos el Juicio a las Juntas y el Nunca Más. Tenemos una Constitución de avanzada. Pero también tenemos décadas de militancia en la materia, y un gobierno que es reconocido internacionalmente por haber hecho de los derechos humanos una bandera.


En todos estos Grandes Temas, nuestro interés nacional no es simplemente discursivo, sino que se traduce en un accionar sostenido en el tiempo por gobiernos de distintos signos políticos y llevado a cabo, bajo el liderazgo del poder político, por la Cancillería en coordinación con distintas áreas de gobierno y de la sociedad civil argentina.


PS: la inspiración para este post viene, además del post anterior, de una pregunta de r. (¿somos una potencia mediana?) y de una observación de Mazingerkid ("en política exterior está todo por hacerse"). La subvaloración de las capacidades propias es, en política exterior, un error de cálculo tan grave como la sobrevaloración. El Premio Nobel de la Paz es como el Oscar de la política exterior. Latinoamérica tiene 5 en su historia, de los cuales 2 son nuestros. Para una Cancillería, es como una ISO 9000 de la diplomacia. Además de Argentina, la única Cancillería latinoamericana certificada es la mexicana (Alfonso García Robles, 1982). Ignorar ese dato es tan grave como salir por el mundo creyendo que somos Gardel.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

no es Antartida?

Mazingerkid dijo...

Soberbio post, ahora Abel va a tener que empezar a mirar ;)
Me quedé un poco en lo regional, es indiscutible el aporte argentino a la estabilidad política pero como decía el hermano latinoamericano Pimentel el otro día, cuando se trata de resolver diferencias comerciales no somos taaan colaborativos después de todo jejeje.

Alcides Acevedo dijo...

La verdad es que me pareció muy gracioso el post.

Argentina es un país del tercer mundo. Punto. Asumirlo plenamente sería una "fortaleza".

Es patético eso de la participación en el grupo "Cairns" y la lucha por la "liberalización" del mercado agrícola, empezando por el muy elemental hecho de que Argentina restringe sus exportaciones agrícolas, en cuanto al "caballito de batalla" de los derechos humanos, bueno, eso da sólo para la ironía, basta con recordar a uno de los íconos del gobierno: Hebe de Bonafini, reivindicadora serial de la ETA y las FARC y Sendero Luminoso ¿hay que agregar algo más?
Un gran aporte a la imágen internacional de la Argentina sin dudas.

Como sea, Argentina no existe en términos de política internacional, habría que encontrar la forma de capitalizar este hecho de la realidad.

Anónimo dijo...

habria que mencionar al Hugo, que de armar la teoria, se fue a justificar una guerra de Holanda con los ingleses, ese es uno de los mejores ejemplos de realpolitik (rec libro de Ferguson)

BTW Me alegra muchisimo que no estemos en el radar, muchisimo Alcides, menos lios

ayj

el de adentro dijo...

Anón: tenés razón, ahí lo cambio

Mazinger: ojo que con el cumpa Abel está todo más que bien. A veces viene bien destilar el resentimiento, je je je. La palabra clave es estabilidad política. Si somos hermanos, nos tenemos que pelear como hermanos por la pata del pollo, el lugar en el auto del viejo, o boludeces del estilo....

Alcides: me alegra mucho que te haya sacado una sonrisa. Para eso escribo.

Ayj: Y bueno, la teoría no siempre se lleva bien con la práctica. La gente lo adora al Hugo en la Cancillería (no a Chávez)...

Anónimo dijo...

jajajaj la aclaracion por?, che, se supone que los que leen saben de que hablo, al fin y al cabo la epoca de house organ deberia indicar que o son d o proto d en general (salvo Alcides, nuestro liberla all uso nostro residente, creo)

deberias hacer una encuesta, del tipo, quien es Hugo?

Anónimo dijo...

Vieja, a la argentina la defina su realidad interna, existen 2 argetnina el o ellos y los otros. Por lo que ica internacional parece algo hecho por un esquizofrenico con alzehirme. 1.- todavia le hacemos el juego a los ingleses, dicen que nos rearmamos. 2.- Probablemente hemoss violado casi todos los tratados multilaterales que firmamos con 2 default. 3.- cambio,si han desmontados hasta las cortinas de los campos. 4.- metimos a las islas sanguche del sur en una guerrany probablemente uno de los proximos años sea el ultimo de una campaña antartica. 5.- Estabilidad que, si le vendemos armas a los ecuatorianos o peruanos,decimos que chaves es democratico, asi tambien como evo que cada vez son mas militariasta. Potencia de que, si cuba que nos debe unos mangos nos dide pito catalan, y le paga hasta españa lo que debe. Por eso digo flaco, abandona el fernet, los armado y deja de leer panfletos. Saludos.

el de adentro dijo...

Ayj: es un buen tema para una encuesta de política externa argentina. ¿Qué Hugo es más relevante para la PEA en el 2012?
(a) Grotius
(b) Chávez
(c) Moyano

Anón: la verdad es que me perdí con algunos de tus comentarios, particularmente el 1 y el 3. Respecto al 2, es importante separar nuestra postura en temas comerciales (OMC) de nuestra postura en temas financieros (G-20). Respecto al 4, cuando nos retiremos de la Antártida quedarán 6 temas, por ahora hay 7. El 5 es más complicado, y entiendo tu argumento, pero el interés nacional argentino es demasiado importante para dejarlo en manos de idealistas que creen que lo importante es hacer discursos poéticos sobre la coherencia y la democracia en foros internacionales. Hay que estudiar más a Saavedra Lamas, o resignarse a que el Hugo más importante para la PEA es el sobrino del Pato Donald, hermano de Paco y Luis.

Anónimo dijo...

uh, en el comentrario me sacaste el que iba a agregar yo, mal, entonces agreguemos a Hugh Hefner

PS: No me digan que no , la KGB lo usaba che!

ayj

Makanaki dijo...

Interesante post, para discutir (creo).
Tema descolonización: probablemente sea éste el tema donde mayor coherencia ha tenido nuestro país en toda su PEA. Comparto que en este punto tenemos un nombre construído.
Tema DDHH: también aplica lo dicho más arriba, pero muchas veces implica caer en ciertas contradicciones que, si uno se pone a hilar fino, complican el panorama (Ej.: cuando fue el intento de golpe de Estado en Ecuador, en 2010, la presidenta dijo, palabras más, palabras menos, lo siguiente: "no vamos a reconocer en nuestra región ningún gobierno que no surja de la voluntad popular"; es interesante la limitación geográfica de la expresión, que deja a salvo el mantenimiento de nuestras relaciones con países no democráticos -lo cual, por cierto, no estoy criticando en sí-).
Tema negociaciones multilaterales: comparto la opinión de que tenemos peso, y capacidad de veto, y lo hemos hecho valer. Lamentablemente, en general se traduce en acciones "negativas", y no en la configuración de resultados "positivos" favorables (aprovecho para criticar el escaso peso que se le da a la discusión sobre el ADPIC cuando se habla de nuestra política en OMC).
Tema Antártida: comparto tambien en que nos hemos hecho un lugar importante ahí. Creo, sin embargo, que no contamos hoy con las capacidades materiales para hacer valer nuestros derechos y nuestros intereses allí, si el régimen jurídico del '59 se llega a poner en duda.
Tema estabilidad regional: lamentablemente, los logros a los cuales se refiere El de Adentro son muy lejanos ya en el tiempo. Aunque se que no es la intención de EdA, usar a Saavedra Lamas como ejemplo de nuestro papel en esta cuestión no alcanza para analizar el papel que Argentina juega hoy; el cual, personalmente, creo que es más limitado del que se cree.
Tema Cambio Climático: aquí también hay coherencia en el plano exterior; aca, si se me permite cruzar de una imágen a otra, el problema está en que internamente no somos un buen ejemplo, y con ello socavamos nuestra influencia en la "mesa 2" (Putnam dixit).
Tema Cooperacion Sur-Sur: mucha actividad; el FO-AR tiene mucho laburo invisible, y aunque alguno podría decir "esto no es un tema importante", es probablemente el que más influye en la calidad de vida de la gente.
Perdón por la extensión

el de adentro dijo...

Makanaki: gracias por los comentarios y bienvenido(a) al bloj!!!! Yo no me fijaría demasiado en las contradicciones. Es natural cuando vos tenés un "interés nacional" y armás alrededor de ese interés una serie de "principios" que lo justifiquen y explayen. En determinado momento tendrás una contradicción entre tu interés y los principios, y es natural que en ese momento tengas que cambiar los principios para adaptarlos al interés (me preocuparía que fuera al revés....).

Muy buena la referencia al tema de los ADPIC... es un punto débil de este bloj, nunca haber escrito sobre el tema directamente. Los ADPIC son mucho más importantes para nuestra política exterior que la situación de Medio Oriente, pero es un debate invisible y cargado de tecnicismos. Lo de estabilidad regional queda para otro post, y es probable que nuestro rol hoy en día sea más limitado que lo que se cree. Pero me gustaría destacar que es un rol que nunca dejamos de cumplir, ni siquiera en los momentos más álgidos de crisis económica y aislacionismo político. Hasta Duhalde, con todos los quilombos internos, viajó por el mundo defendiendo la estabilidad democrática en Venezuela....

Anónimo dijo...

A esa interesante lista agregaría un item de comercio sur-sur (podría ser un sub-item del 2 o el 6, de manera de no arruinar el número 7 que prefiere el DeAdentro): es el SGPC. En 2011, se aprobó la Ronda de San Pablo, y está ahora en proceso de ratificación parlamentaria. Si bien el impacto comercial directo no será tan grande por ahora, es una plataforma importante, ya que reúne en un mismo mecanismo a países del sudeste asiático, norte de africa y américa latina. Argentina tuvo un papel clave en la finalización de la Ronda, además fue la primera vez que se alcanzó un acuerdo con el mercosur negociando como bloque.

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