jueves, 14 de febrero de 2013

¿Qué onda con Africa?

Una de las características de esto de ser una potencia mediana es que uno no tiene obligación de tener intereses globales. Las grandes potencias, por ejemplo, no pueden darse el lujo de ser indiferentes a lo que ocurre en el mundo. Inestabilidad política en la República Centroafricana, pruebas nucleares en Corea del Norte, secesión de Sudán del Sur. Una potencia global debe tener una postura sobre cada uno de esos temas, ya que cada resultado de cada crisis puede afectar sus intereses. Debe tener también un menú de opciones que incluye la voluntad y capacidad de intervenir cuando sus intereses se ven afectados.

En comparación, el líder argentino tiene que controlar un mapa de dimensiones reducidas: la mayoría de las crisis que ocurren en el mundo no afectan nuestros intereses vitales. Una de las consecuencias de esa realidad es que no necesitamos estar sacando comunicados de prensa fijando posición sobre cada golpe, rebelión, ataque armado o toma de capital que ocurren en el mundo a diario.

Nuestra infraestructura diplomática (la red de embajadas y consulados que tenemos en el mundo) refleja la realidad de nuestros intereses como nación: con la reapertura de la Embajada en Guyana cubrimos toda Sudamérica con excepción de Suriname; estamos representados en las cincuenta mayores economías del mundo con excepción de Singapur y Kazajistán; de los países de habla hispana del mundo, solamente no tenemos sede en Guinea Ecuatorial.

A vuelo de pájaro, nuestra infraestructura se concentra fuertemente en Latinoamérica (36% de nuestras sedes diplomáticas), seguido de Europa (27%), Asia y Oceanía (13%), Medio Oriente (11%), América no-latina (10%) y finalmente la Africa Subsahariana con solo 5 sedes (3% del total). Nuestras embajadas en Abuja, Luanda, Nairobi y Pretoria y el consulado general en Johanesburgo cubren 43 países en los cuales viven 850 millones de personas. Nuestra embajada en Nigeria, por ejemplo, tiene jurisdicción sobre Benin, Burkina Faso, Camerún, República Centroafricana, Chad, Congo-Brazaville, Costa de Marfil, Gabón, Gambia, Ghana, República de Guinea, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Liberia, Mali, Niger, Santo Tomé y Principe, Senegal, Sierra Leona y Togo.

Varios eventos del 2012 vinieron a sacudir la pachorra de potencia mediana en la que vivimos en lo que a Africa se refiere. La misión comercial del Canciller y Moreno a Angola en marzo, la Presidenta inaugurando una feria de productos argentinos dos meses después; el secuestro de la Fragata Libertad en Ghana en octubre, la visita de Timerman a Sudáfrica el mes siguiente. Por instantes pareció que la Argentina puede llegar a tener intereses en Africa.

Que tengamos intereses comerciales en países que crecen al 10% anual, nadan en petróleo y compran todo lo que necesitan en el exterior con las rentas de los hidrocarburos no debería ser una sorpresa para nadie. En esta ecuación, no se requiere ser Juan Bautista Alberdi para pensar estratégicamente. Incluso los medios opositores lo vieron claramente antes del viaje presidencial. Ahora lo de Ghana y la fragata es un poco más complicado.

En entrevista de Tiempo Argentino con Eduardo Sguiglia, novelista y primer embajador argentino en Angola, este comenta que Argentina históricamente tuvo relaciones más fluidas con el Africa del Norte que con el Sub-Sahara:

Hay una élite argentina acostumbrada a mirar a los Estados Unidos y a Europa, una élite que forma parte también del mundo diplomático... La cultura y la política dominante en las relaciones exteriores argentinas no contemplaban las relaciones de cooperación y políticas con África.

Es evidente que algo está cambiando - y que hoy existe al menos la voluntad política de ampliar nuestras relaciones con este grupo de países. Creo que el episodio de la fragata es un símbolo tanto de esta voluntad como de todo el trabajo previo que aún nos falta para poder elaborar un discurso argentino coherente para el Africa. Más allá de la importante victoria diplomática que se obtuvo al lograr liberar la fragata, no podemos ignorar que el episodio mostró una dosis importante de ingenuidad de nuestra parte - y la importancia de tender redes de contención política en los países con los que se quiere mejorar las relaciones. Aunque estoy convencido que en relaciones internacionales es mejor pecar de exceso de ingenuidad que pecar de exceso de hijaputez, lo ideal en estos casos siempre es no pecar.

Cuando le preguntan a Sguiglia por qué no tenemos Embajada en Ghana, su respuesta fue:

Yo creo que fundamentalmente como consecuencia de ese enfoque (elitista) de la política exterior. Ahora, uno podría reflexionar, ¿es importante tener una embajada en Ghana? Pero para elaborar esta respuesta es importante ver el tablero completo, diseñar una política hacia África y ahí concluir si es necesario o no. Sin reaccionar porque en Ghana tuvimos un problema...


Ese es el camino que tenemos que hacer al andar. Y tenemos que tener en claro de entrada que construir relaciones con 43 países de los cuales sabemos muy poco y con los cuales casi no nos hemos vinculado en el pasado nos va a traer muuuuuuuuuchas sorpresas - buenas y de las otras. Y que este proceso le va a dar muchos titulares a los medios de comunicación - buenos y de los otros.

5 comentarios:

Comandante Cansado dijo...

¿Y sabe algo de los argentinos residentes en Angola, Eldeadentro (cantidad, etc.)?

el de adentro dijo...

La colonia argentina en Angola son entre 300 y 350 compatriotas. Los más numerosos son los trabajadores de la industria petrolera y misioneros religiosos.

Alcides Acevedo dijo...

¿Y Brasil? ¿nos lleva ventaja?
Claro, por supuesto, es lógico ¿a qué viene el post? ¿necesitan los "diplomáticos"argentinos más fuentes de trabajo?
Si bien una embajada en Africa no parece en principio un destino atractivo hay que pensar que las de París, Londres o Nueva York son siempre para los políticos...

Me causó gracia eso de que la "elite" en Argentina es "Europeizante", me pregunto: ¿en qué países tienen embajador los las naciones del Africa Subsahariana...

Anónimo dijo...

Hay importantes politologos argentinos que han investigado sobre nuestra politica - erratica - con Africa subsahariana como Gladys Lechini.Vale la pena leerla extensamente.
Con Arturo Frondizi, cuyo gobierno coincidio con las independencias africanas, se quiso dar un paso importante abriendo varias Embajadas, entre las cuales Ghana y Mali. Ghana se se habia independizado en 1957 y la figura de Krumah era emblematica.
Argentina supo tener representaciones diplomaticas en Senegal -pais al que le vendemos por 100 millones de dolares y donde estuvimos 40 anios!!!-, Cote d'Ivoire, Gabon, Zaire - hoy RDC -, Etiopia - reabrimos - y otros paises mas. Se cierra facil pero cuesta reabrir...
No creo que necesitemos un decenio para seguir meditando si vamos a estar en Africa o no. O estamos o no estamos. Hace mas de 10 anios Nigeria revienta atendiendo 21 paises y hace dos Kenya no tiene Jefe de Mision.Falta de vision y de generosidad e imaginacion para generar una politica de personal inteligente que atraiga la gente a esos lugares. Como sucede en el 99% de los servicios del mundo.
Hay autoridades - politicas y no politicas - que ignoran la existencia de los dos Congos y otras que siguen pensando Tanzania y Nigeria son paises limitrofes.
Gracias por mencionar el articulo de Tiempo Argentino. Creo que habria que entrevistar tambien a muchos embajadores nuestros que peregrinaron por los paises africanos sin que les dieran mayor bola o ya se los olvido y tendrian para contar- Basso que escribio unas lindisimas memorias, Gonzalez,Tejerina,- y otros grandes que sin haber andado por alli saben lo que significan los africanos en los organismos multilaterales - Carlos Ortiz de Rozas, Petrella...
En fin, celebramos que , aunque mas no sea por efecto de una suplencia mas o menos prolongada, alguien que ha estado alejado de las realidades africanas comience a abrir los ojitos y hacer pensar a otros.
Saludos cordiales

el de adentro dijo...

Alcides, es verdad que Brasil nos lleva ventajas en términos de presencia en Africa - de la misma forma que nosotros les llevamos ventaja en presencia en Latinoamérica. Y? Cual es el punto? Respecto a las "fuentes de trabajo", te explico que si bien los jefes de misión en esas ciudades que mencionás pueden ser políticos, el staff de las Embajadas y consulados es de diplomáticos de carrrera. Como menciona anónimo en su comentario siguiente, el 99% de los servicios del mundo tiene problemas para llenar esos lugares, o sea que el argumento de las "fuentes de trabajo" no es válido...

Anón: tengo el honor de haber recibido la visita de Sguiglia en persona??? Respecto a nuestros africanistas, siempre terminamos cayendo en Gladys o en Marisa Pineau - y ya es un avance tener un seminario sobre Africa en el ISEN, en mi época no teníamos. Por otra parte, creo que hay una decisión política tomada de aumentar nuestra presencia en Africa - entonces de cierta forma nuestro laburo como servicio exterior es encontrar las maneras de implementar esa decisión y cubrir las embajadas, las que existen y las nuevas. Es verdad que nunca había tenido contacto con la realidad africana, y la verdad es que esta suplencia prolongada me está dando mucho material para la reflexión!!!!!