sábado, 23 de julio de 2011

Una de Embajadores Políticos y boy scouts

Cayó en mis manos el otro día un documento de febrero de este año, "El Servicio Exterior de la Nación en el Siglo XXI ¿Avances o Retrocesos". Publicado en "Escenarios Alternativos", el boletín electrónico de la Fundación de Jesús Rodriguez, fue escrito por Constantino Roblas (?). Básicamente, es una diatriba contra los embajadores políticos. Después de pasar párrafos y párrafos despotricando contra los "limitados", "improvisados", "advenedizos" políticos devenidos en Embajadores, paradójicamente concluye afirmando:


Aunque haya podido parecer sobre todo una comparación entre funcionarios políticos y profesionales de la diplomacia, se verá que el inventario de situaciones ha superado ese enfoque.


Y, la verdad es que no, no vi que haya superado ese enfoque. Y eso que me lo leí todo. De a poco me di cuenta que el autor es un colega bajo seudónimo. Sí, sulfurar contra los embajadores políticos es una costumbre muy extendida en la casa. No creo que en versiones tan extremas como la del colega Constantino, cuya tesis es que los políticos son unos chorros h.d.p. que sienten un complejo de inferioridad frente a los diplomáticos, y por eso siempre nos terminan garcando. Y por eso los desplantes. Aunque, para ser honestos, reconoce que también hay políticos buenos y diplomáticos chorros h.d.p. No sé, es un dilema que se solucionará el día que inventen un h.d.putómetro.


Este post nació como crítica al texto ese del supuesto Constantino. Pero bueno, el mundo da muchas vueltas, y me acordé que ya había escrito sobre ese tema en un viejo post. En esa ocasión, publiqué la siguiente frase que sigue resumiendo mi pensamiento sobre el tema:


La interacción entre burocracia y clase política es clave para el funcionamiento de cualquier democracia moderna, y prefiero que esa interacción se produzca al interior del Ministerio.

Pero además, la verdad es que el texto me terminó conmoviendo. Decididamente me conmovió su parte final, donde Constantino nos cuenta de su calvario en la carrera:

  • la mayoría de los jefes de origen político, aún con gran influencia ante el poder político, hacen su juego y no mueven ni un dedo a la hora de reconocer a quienes les han cuidado las espaldas y coadyuvado decisivamente al éxito de su gestión.
  • a eso se suman los embajadores de carrera que no pueden (o no quieren) ayudar a sus subalternos luego que estos han trabajado intensa y lealmente a su lado
  • se producen los casos de funcionarios que para lograr mejoras en su carrera apelan al apoyo político fuera de la cancillería, ya sea legislativo, partidario, eclesiástico o de otro origen
  • hay funcionarios que no dependen de sus jefes directos para hacer una carrera rápida y en destinos atractivos ya que, con independencia de su capacidad, “portan apellido” o han contado siempre con un llamado telefónico oportuno a la cancillería por parte de algún “peso pesado”
  • los funcionarios que no hacen sus carreras en destinos multilaterales o de países centrales no tienen, aún con la misma capacidad y antecedentes profesionales, idénticas posibilidades de quienes logran ser trasladados a Nueva York, Ginebra o Washington
  • el bajo perfil, necesario para las reservadas gestiones diplomáticas (?), no ayuda siempre, y la función consular, aunque produce resultados tangibles en favor de compatriotas de carne y hueso, no “paga” como la diplomacia multilateral u otras misiones
  • sin desmerecer a los especialistas, son los generalistas los boy scouts del servicio exterior de carrera, los que están “siempre listos” para cumplir todo tipo de funciones.


Así que siempre listo y bien gauchito, como un boy scout. Intensamente leal, terminó garcado por políticos y colegas por igual. Sin palanca ni apellido, terminaste sellando pasaportes en un triste destino gris. ¿A la cuenta de qué otario debo cargar todo esto? Es como un tango, pero diplomático. No puedo rebatir, no debo refutar. Como para que no se te piante un lagrimón.


Sí me llama la atención que aparezca en un sitio radical, rodeado de tanto material de campaña. No, la verdad es que no me llama la atención. Lo que me lleva a otro necesario post, sobre la UCR y la Cancillería. Pero no, no debo no debo no debo mil veces no debo. No hoy. Otro día.



9 comentarios:

Anónimo dijo...

y vos me decias que era un extremista por aconsejarle a mi hija que sino tenia doble apellido o amigos ni intentara ingresar o gastar una milesima de tiempo en eso?

mira vos, espero con ansia tu post sobre la influencia radical/alfonsinista en la cancilleria

en fin

como dirian, a confesion de parte relevo de pruebas?

ayj

Alcides Acevedo dijo...

AYJ, como siempre, un terrible caradura.
El pobre es un peronista contumaz y sólo disfruta peleándose con los radicales ¿a qué se debe?

El servicio exterior argentino es una gran mentira, como lo son la justicia, las FFAA y así siguiendo.

Recuerdo a más de un "iluminado" planteando que Argentina necesitaba algo así como la "École Nationale d'Administration".... Ja Ja... creo que Claudia Bello iba a dirigirla ¿estoy equivocado?

Además no es cierto que haga falta "apellido" para tener suceso: con las dosis justas de picardía y criminalidad alcanza, los ejemplos son Menem, Duhalde, Kirchner, Schoklender, Bonafini, Carlotto, Aníbal Fernández... etc, etc...

Anónimo dijo...

ay Alcides, te perdiste parte de la pelicula, pero, deberias ir al inicio de este blog (o bloj, como le gusta al anfitrion).

Yo perdi mi pasaporte, y lo solucionaron en el consulado cuando en tiempo y forma, lo cual ya he dicho en algun momento, al fin y al cabo, es como alumbrado barrido y limpieza.

lo de la Ecole, lastima que no leas, solo rebuznes por falta de conocimientos, y digo rebuznes por que si leyeras algo sabrias que eso es de la epoca de Alfonsin, mas, a mi me ofrecieron una de las becas, hice otra cosa, pero recien salia de la facultad (una en serio, donde enseñaban a leer y aprender antes de opinar, no se la tuya), 1985.

en fin, ah, creo te lo dije antes, NO SOY PERONISTA, NI K, NI RADICAL, mas, vote en blanco en estas elecciones, cuantas veces te lo tengo que repetir?

saludos cordiales

ayj

Anónimo dijo...

lo que plantea el autor pasa, también, en las FFAA, FFSS y en el Poder Judicial. Uno tiende a imaginar que como existe un ISEN la cosa está un poco más democratizada.
En fin... duele no ascender. Pero nosotr@s te queremos igual!!

el de adentro dijo...

Ayj: igual yo no me tomaría demasiado en serio los lamentos de Constantino. Ese es su calvario. Es como tomarse en serio los lamentos de Alcides. Quizá Constantino Roblas y Alcides Acevedo sean, en el fondo, la misma persona. Aunque Constantino es más tierno que Alcides.

Anónim@: es conmigo la cosa? Bueno, no me doy por aludido, yo simplemente transcribía los lamentos de un colega. Nada personal (?)

Elaion dijo...

El temita de los Embajadores políticos me tiene los huevos al plato… Está claro que un gobierno nacional y popular no podría dejar jamás la consecución de la política exterior en manos de Embajadores y/o Ministros que son 100% contreras, y que sólo ingresaron a “la carrera” porque pertenecían a familias acomodadas, generalmente patricias, y/o eran hijitos/ sobrinitos/ ahijaditos de Embajadores, en una época donde los exámenes eran con nombre y apellido y no anónimos como lo son hoy... (aunque sigue estando en pie el coloquio como instancia anti-democrática para meter acomodaditos).

el de adentro dijo...

Elaion: plenamente de acuerdo con que el tema hincha un poco las pelotas. Es muy verdad lo que vos decís, que la mayoría de los Embajadores de carrera son demasiado anti-K como para nombrarlos en un puesto de mediana importancia. Es como regalarle las sedes a la oposición, y no tiene sentido.

Anónimo dijo...

Ni el dueño del blog ni los comentaristas acertaron al blanco. De los comentaristas, se entiende, no tienen ni puñetera idea, no la ven ni cuadrado, son eso, "de afuera". Pero del dueño del blog, equivocarse así. En fin, vivimos en una democarcia y hoy cualquiera opina. Costantino Roblas.

Anónimo dijo...

Ah, y gracias por lo de "tierno", me enternece. Pero no soy lo que creés. Igualmente te mando un abrazo. Constantino