miércoles, 26 de octubre de 2011

On bullshit

Hoy les voy a hablar de mi libro de cabecera. Es un ensayo escrito por un filósofo estadounidense, Harry Frankfurt, un intento de teorización del bullshit. Paidos lo traduce como "fantochada", que no me termina de convencer. El mini-libro empieza con la siguiente frase:


One of the most salient features of our culture is that there is so much bullshit. Everyone knows this. Each of us contributes his share. Una de las características más sobresalientes de nuestra cultura es la gran abundancia de bullshit. Todos lo sabemos. Cada uno de nosotros contribuye con su parte.


El ensayo empieza tratando de definir al bullshit, y al no lograr coincidir con las definiciones formales, pasa a un intento de desarrollar una "apreciación preliminar pero más enfocada de (sus) características centrales". Primero opone la rigurosidad al bullshit, utilizando como ejemplo la cruzada personal y profesional de Wittgenstein contra la charlatanería. Wittgenstein consideraba que los artesanos de antiguamente dedicaban el mayor esfuerzo a cada parte mínima de su trabajo, ya que "los Dioses están en todas partes".


Como opuesto a esa seriedad del artesano, Frankfurt compara el bullshit a un producto hecho sin cuidado, de forma desprolija. Como algunos de los chiches que vienen en los huevitos Kinder, hechos por mano de obra semi-esclava en el oeste de China, con la pintura corrida o el plástico mal formado. Hilando más fino, transcribe una anécdota relatada por Fania Pascal:


Me habían extraído las amígdalas, y me auto-compadecía en el Sanatorio Evelyn cuando Wittgenstein me pasó a visitar. Grazné: "me siento como un perro atropellado". Se indignó: "¡Vos no sabés qué es lo que siente un perro que fue atropellado!".


Ahora bien, se pregunta Frankfurt, ¿qué es exactamente lo que indigna a Wittgenstein en ese comentario tan trivial de Pascal? Evidentemente no es una cuestión de que Pascal esté mintiendo. Pascal estaría mintiendo si supiera como se siente un perro atropellado y de hecho se sintiera de otra forma. Tampoco es una equivocación: se equivoca el que trata de explicar algo correctamente. Es otro tipo de preocupación, sobre la falta de rigurosidad en la caracterización que Pascal hace de sus sentimientos: "su problema no es que no logra hacer las cosas bien, es que ni siquiera lo intenta".


Lo que me lleva a un civilizado intercambio de ideas en los comentarios a este post, con el amigo Constantino Roblas. Todo empezó ante una pregunta de Vino Francés sobre el uso de "la Ministro" o "la Secretario" en el Ministerio, y C. saltó con que:


CON EL PRESIDENTE LO CORRECTO ES DECIR PRESIDENTE TAMBIEN PARA UNA MUJER... LA GRAMATICA A VECES NO SE LLEVA BIEN CON CIERTO FEMINISMO."


Yo dije que creía que el debate gramatical estaba saldado, y que también se había saldado el debate político con el 54%. CR contestó que su comentario era gramatical, no político. Civilizadamente habló de la obsecuencia y de las cuestiones incorrectas y no saldadas. Yo civilizadamente le contesté que ese debate me tenía los huevos por el piso, y que si la Real Academia Española dice que presidenta es la "mujer que preside" y que la palabra presidente puede ser "común en cuanto al género ... pero el uso mayoritario ha consolidado el femenino específico presidenta", basta ya con la boludezCR se ofendió con mi mención al órgano reproductor masculino, dijo que no había dicho exactamente lo que dijo, y se despidió como ingresó a este bloj con una de Embajadores políticos y boy scouts, teatral y definitivamente (?).


Wittgenstein no hubiera aprobado la falta de rigurosidad de este bloj. Uno debe siempre ser auto-crítico, y reconozco que no es verdad que tenga los huevos por el piso. Aunque no padezco ni he padecido elefantiasis, respeto enormemente a las personas que sufren de esa terrible enfermedad. Mi caracterización de ese sentimiento en particular fue errónea, no porque sea una mentira (como en el caso de Pascal, para poder mentir yo tendría que saber como se siente tener los huevos por el piso), sino porque demuestra un desinterés absoluto por la verdad. Es bullshit, y pido perdón.


Debo ser más riguroso, y por eso vuelvo a Frankfurt. En su intento por llegar al corazón del bullshit, explora los usos del verbo bull, las implicancias del shit, instancias del discurso donde se ha usado el término. Siempre presente la vinculación entre la mentira y el bullshit. En una de las partes más brillantes, defiende la superioridad moral de la mentira: el mentiroso tiene una preocupación inexorable con el valor de la verdad. Para crear una mentira efectiva, tiene que creer conocer la verdad, y diseñar la falsedad bajo la luz de esa verdad. Es un trabajo de artesanos. El practicante del bullshit, a su vez, no tiene particular apego por conceptos como verdad o mentira. Los hechos son elegidos y declamados con el objetivo de zafar de algo, lograr algo. Si son verdaderos o falsos, no es su preocupación.


Lo que me lleva de vuelta a Constantino y sus idas y vueltas. En su primer comentario, afirmó que el vocablo presidenta sería incorrecto. En el segundo, reafirmó su vocación gramatical y mandó algunas bravuconadas ("procuro ser coherente", "la obsecuencia no es lo mío", "te voy a decir siempre la hora que es"). Pero en el fondo su preocupación no es exactamente con la verdad. La única verdad, la realidad, es la que sale de la Real Academia. O bueno, alguna fuente alternativa, pero encontrable. Contrastado con esa verdad, en último comentario se pone a hablar del órgano reproductor masculino.


Si su preocupación fuera la verdad, y su comentario una inocente equivocación, probablemente nos lo haría saber de alguna forma. "Mirá vos, así que todos estos años que Clarín nos dijo que está mal decir Presidenta, era un error...". Si lo que uno busca es la verdad, no puede más que manifestar satisfacción al encontrarla. Constantino encuentra la verdad y se indigna.


Pero tampoco se puede decir que sea mentiroso el amigo Constantino. Para ser mentiroso, tendría que conocer la verdad (presidenta es la mujer que preside) y deliberadamente querer engañarnos, afirmando algo que él sabe ser falso. No creo que sea ese el caso. Este parece ser un caso clásico de despreocupación con la verdad o la mentira. No importa si presidenta es la mujer que preside o un invento de una loca pastillera. Lo que importa es la utilidad del argumento, su eficacia, no su veracidad.


Y vuelvo a Frankfurt, que se pregunta por qué hay tanto bullshit hoy en día. Confiesa no poder medir la incidencia del bullshit hoy para poder compararlo con eras pasadas, pero agrega algunas observaciones interesantes. Para empezar, que el bullshit es inevitable cuando las circunstancias requieren que uno hable de un tema sobre el cual no conoce. En la vida pública (incluso en un ámbito tan reducido como este bloj), ello ocurre a diario.


Pero a Frankfurt también le preocupa cierto anti-realismo relativista, que rechaza la posibilidad de acceder a la realidad objetiva. Al no existir una "verdad" a la que uno pueda llegar, algunas corrientes proponen el ideal alternativo de "sinceridad". Si la verdad no tiene una naturaleza inherente, el individuo debería abocarse a ser fiel a su propia naturaleza. Pero la fidelidad requiere conocer esa naturaleza, y "no existe nada en la teoría, y seguramente nada en la experiencia, que apoye el increíble juicio de que la verdad sobre uno mismo es la más fácil de aprehender".


Volvamos a Constantino, y su (no tan) elíptica acusación de obsecuencia. Si quiero ser riguroso, no me puedo defender. No tengo elementos para afirmar con seguridad "Yo no soy obsecuente". Las personas más obsecuentes que conozco son también las primeras en negar su propia obsecuencia. Algunas serán mentirosas: se saben obsecuentes y buscan falsificar esa verdad. En otros casos, es simplemente bullshit. Creo que muchos obsecuentes sinceramente no se creen tal, en cuyo caso yo tranquilamente podría ser uno de ellos. Pero quizá los esté aburriendo con tantas disquisiciones. Así que bueno, Constantino, siempre sos bienvenido en El adentro y el afuera, con tu ternura y tu sinceridad ("yo, en cambio, te voy a decir siempre la hora que es").


Y vuelvo a Frankfurt, que es mucho más riguroso que yo. Está dispuesto a llegar al corazón del asunto, y plantea la incoherencia central del argumento: la arrogancia de creer que uno mismo es un ser determinado al que se le pueden adscribir descripciones correctas e incorrectas, al mismo tiempo en el que se le niega esa determinación a todo lo demás:


Facts about ourselves are not peculiarly solid and resistant to skeptical dissolution. Our natures are, indeed, elusively insubstantial - notoriously less stable and less inherent than the natures of other things. And insofar as this is the case, sincerity itself is bullshit.




PS 1: Ayj, este es otro paso en la dirección del post que un día voy a escribir sobre UCR y Cancillería

7 comentarios:

Anónimo dijo...

lo juro, intente leerlo todo, y mire que he leido desde Paparazzi hacia arriba muchas cosas, me perdi, lo lamento, tratare de leerlo nuevamente, pero, las disciplinas a veces me son esquivas (fijese no dije ciencias).

Mas, cuando lei Wittgenstein casi me siento Millan de Astray, personaje odioso y excecrable.

Aclaracion, no soy radical, ni ahi, solo es curiosidad historica por un movimiento->partido de masas->partido->partido de masas, finas->reunion de amigos->reunion de conocidos en un telecentro->reunion de gente que se odia amablemente en una casilla de telefono ingles vieja->agujero negro.
nada mas que eso

saludos

PS Lo intentare leer nuevamene, eso si, impresionado por el savoir vivre que denota alguien apodado vino frances. O es de maldad?

Matías dijo...

Brillante hermano, como siempre.

Fantástico el cierre de Frankfurt: no basta con ser sinceros para no bullshitear.

¡Abrazo!

el de adentro dijo...

Ayj, a mi me pasó lo mismo cuando lo leí después de escribirlo. No sabía si reformarlo o eliminarlo, así que apreté rápido "publicar entrada" y me olvidé del asunto. Pero esta noche lo leí con tranquilidad y lo entendí... es medio denso, pero bueno, así me salió...

Matías: muchas gracias! Abrazo!!!

Anónimo dijo...

Gente linda...estoy disfrutando los últimos mates antes de tomarme el 152 para ir a rendir la segunda etapa.

Trataré de no escribir bullshit en el ensayo.

No puedo prometer lo mismo en el examnen de Cultura...jeje.

Gracias por las buenas vibras!

Beso enorme,

Flor

P.D.: 18 represores de la ESMA condenados a perpetua en carcel común. Día histórico el de ayer.

P.D. 2: "A los jóvenes les digo sean transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del nuevo tiempo". Néstor Kirchner.

Anónimo dijo...

BASTA DE BULLSHIT.

QUEREMOS LA REVELACION DE LOS TURBIOS VASOS COMUNICANTES UCR-MRECIC.

ERNESTINA

AGUANTE, FLOR, NECESITAMOS GENTE COPADA EN ESTA CASA LLENA DE TELAS DE ARAÑA MENTALES.

Anónimo dijo...

Qué linda! Gracias Ernestina!
Hice mi mayor esfuerzo. Veremos qué pasa.
Es un alivio saber que, de entrar, hay gente copada esperándome.
Beso enorme,
Flor

El Marpla dijo...

Flor, ojalá tengamos suerte! ya quiero ponerle caras a los nombres, Flor, Pinolux, Ernestina y el de adentro!