Deben ser los dos días más tranquilos del año en el Ministerio. Está todo el mundo en Mar del Plata, en la XX Cumbre Iberoamericana. Los pasillos del Ministerio están vacíos, los ascensores vienen rápido, los teléfonos suenan menos que de costumbre. Es casi como venir un sábado.
La verdad es que deberían haber cerrado el Ministerio y puesto un cartelito en la puerta, "atendemos en Mar del Plata". A diferencia de otras Cumbres, que no sirven para nada, esta es muy importante, ya que permitirá que los líderes de los países que cumplen ciertos criterios de participación se junten para tratar el tema de Wikileaks, mientras los diplomáticos de esos mismos países redactan largos cables que, con un poquito de suerte, un día terminarán en Wikileaks.
Muchos de nuestros líderes ya se habían encontrado hace un par de semanas en Seúl, en la Cumbre del G-20, y en Guyana para la Cumbre de Unasur la semana pasada. En dos semanas se juntan de nuevo en Foz de Iguazu para la Cumbre del Mercosur, después descansan para Navidad y para Año Nuevo se juntan en Brasil, para la Cumbre de la Toma de Pose de Dilma.
Es mucha cumbre, lo que es bueno porque permite, por un lado, que hasta países como Guyana puedan cumplir con el sueño de la Cumbre propia. Por otro lado, estimula la demanda de diplomáticos para preparar agendas, brindar servicios de ceremonial y protocolo, escribir discursos y preparar planillas de llegadas y partidas de vuelos.
A veces las Cumbres generan sus momentos divertidos, como cuando el Rey Juan Carlos mandó a callar a Hugo Chávez, o cuando Evangelina Carrozo protestó por las papeleras. Generalmente el protocolo es muy estricto, y las reglas deben ser cumplidas a rajatabla. Como por ejemplo la regla que establece que los Presidentes argentinos de apellido Kirchner deberán llegar 5 minutos tarde a la foto oficial de la cumbre.
Algunos se preguntarán que hago yo en Buenos Aires mientras toda la acción está en Mar del Plata. En un momento hasta pensé en subirme a ese bondi, más que nada porque podría haber sacado un par de posts buenísimos sobre esta cumbre. Pero bueno, alguien se tiene que quedar a cuidar el Ministerio, y esta vez me tocó a mí. Por eso, en lugar de un par de posts brishantes sobre la Cumbre de Mar del Plata, pude escribir este flan.
viernes, 3 de diciembre de 2010
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3 comentarios:
El Ministerio desierto...qué hacer? Se me viene a la mente la escena de Tom Cruise cantando Old Time Rock and Roll de Bob Seger en la película Negocios Riesgosos! Jajaja! (imperdible: http://www.youtube.com/watch?v=G2UVsyVLLcE). Tan sólo un aporte de dulce de leche o crema (y por qué no ambos) al post flan de nuestro amigo. Saludos, Flor.
sisi, sé lo que se siente señor del adentro, la nostalgia que despiertan los grandes momentos....
Acá en el interior con la cámara de pymes pasa algo igual, terminaron las reuniones aburridas, las visitas a los ministerios. En fin, tanto tiempo deseando esta paz y ya no la banco.... eso es malo doctor?.
Saludos, Walter.
Hola Flor, muy bueno el recuerdo.... momento de nostalgia!
Walter, tanto tiempo! Igual la paz y la tranquilidad se terminaron, ya está todo el mundo de vuelta de Mar del Plata. Fue bueno mientras duró....
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