martes, 22 de febrero de 2011

Susana Alfano y Nahoko Takato

Me zarpé, y si ofendí a alguien pido disculpas. Pero bueno, desde el título advertí que me iba a zarpar... lo que no me esperaba eran reacciones tan poco pacatas, como por ejemplo la de Joaquín Quintas:


poque no te vas a la reconcha bien de tu madre pedazo de retardado mental, vos no estuviste ahi y no sabes lo que pasamos los argentinos en ese momento, sos limitado mentalmente, esta clarisimo


Otro lector, que se identifica como Juan Alfano, pide "no molesten a mi mami". Mi tendencia natural es a descreer de los anónimos, pero en este caso puede ser verdad... muchos visitantes al sitio en estos días acceden a través de google con la palabra clave "susana alfano".


Y quizá tengan razón, me zarpé y ya pedí perdón. Pero bueno, en mi defensa quiero aclarar que dejé bien en claro que esas cosas se pueden pensar, y nunca decir. Y sigo manteniendo el fondo de la cuestión: es más fácil conseguir dos pasajes para evacuar a los uruguayos que 250 para todos los argentinos varados en Egipto en ese entonces. Y creo que hubo una evaluación de riesgo, porque contractualmente hablando el que te tiene que sacar de ahí es el que te vendió el pasaje. A menos que haya riesgo de vida para los argentinos, en cuyo caso la reacción del Estado argentino también es distinta.

Por ejemplo, el alud que causó la muerte de una argentina de 20 años, Lucila Ramallo, cerca de Machu Picchu el 25 de enero de 2010, y que dejó a 700 argentinos varados en la localidad peruana de Aguas Calientes. Tres funcionarios de la Embajada en Lima fueron mandados inmediatamente a acompañar la operación de rescate que llevaba a cabo el gobierno peruano: un cónsul a Aguas Calientes, un gendarme a Ollantaytambo (hacia donde partían los helicópteros) y un cónsul a Cusco, a recibir a los evacuados y ubicarlos en un hotel.

Otro operativo fue armado para traer a los argentinos de vuelta a Buenos Aires, y para llevar alimentos, frazadas y pastillas potabilizadoras de agua a los damnificados. Como se desprende de este cable de Telam, involucró a Cancillería y Defensa, varios aviones, y los últimos 138 damnificados llegaron a Ezeiza el 30 de enero. Pero bueno, la situación era distinta, había una argentina muerta y otros 700 en distintos niveles de riesgo. Y aún así, no puedo controlar mis ganas de seguir chicaneando....


Porque en uno de los comentarios se me acusa de no haber estado ahí, y por eso de no poder opinar. Y en el fondo es verdad. Nunca me tocó vivir una revolución en un 5 estrellas con vista a las pirámides, por lo que no puedo opinar del tema. El hotel igual se ve bárbaro. Y me hizo acordar a un caso que ocurrió en Japón en 2004. Yo vivía en Tokio hacía varios años, hablaba el idioma, sentí que entendía - o empezaba a entender.


Tres japoneses fueron secuestrados en Iraq: Noriaki Imai, un voluntario de 18 años, Soichiro Koriyama, fotógrafo de 32, y Nahoko Takako, 34, voluntaria y organizadora social. Eran momentos en los que la coalición armada por EE.UU. para derrocar a Saddam se resquebrajaba en medio del aumento de la violencia en el país, y el secuestro causó conmoción, la comunidad internacional manifestando su solidariedad con las víctimas y el pueblo japonés.


Pero internamente, en Japón, se estaba lentamente cocinando otro guiso. Todo empezó con un murmullo en internet, en los medios, en la calle. La gente en la calle (que es tremenda en todos lados...) se preguntaba: ¿qué joraca hacían esos en el medio de la guerra? Lo primero que quedó establecido fue la irresponsabilidad del pibe Imai. Al reconstruir los eventos que llevaron a su secuestro, se construyó un relato de un pendejo tiro al aire que estaba boludeando por Jordania, un buen día se despertó, pensó "quiero ver como es la guerra" y se tomó un taxi a Iraq.


Al fotógrafo medio lo dejaron en paz, al fin y al cabo es sólo un periodista, pobre. Pero la bronca de una nación se concentró en una persona: la tal Nahoko Takako. Su historia me parecía interesante: voluntaria y activista, coordinaba la parte logística de la entrega de ayuda humanitaria, haciendo de enlace entre la ayuda recaudada por ONGs en Japón y asegurando que llegue a sus destinatarios en Iraq. Pero para el gobierno, los medios y el pueblo japonés, era una irresponsable que había puesto en juego la reputación de todo un país.


El Jefe de Gabinete de ese momento, Fukuda, resumió el sentimiento mayoritario: "Ellos habrán ido a Iraq por su propia cuenta, pero tendrían que haber considerado la cantidad de gente a la que causaron problemas con sus acciones". Un funcionario de la Cancillería agregó: "En temas de seguridad y vida, me gustaría que ellos (los secuestrados) tuvieran en cuenta el principio de la responsabilidad personal". Mientras los medios largaban las fotos de los tres, atados y con una espada en sus gargantas, todo un país preparaba un rescate a las puteadas.


Inmediatamente empezaron a circular los rumores más absurdos: que Takato tenía lazos con los grupos terroristas; que el secuestro era armado para llamar la atención; que Takato tenía un romance con terroristas. Me acuerdo de ver un programa de televisión donde una señora preguntaba si "los hombres japoneses no eran suficientemente buenos para esta mujer". Cuando el rescate se pudo concretar, y el gobierno japonés los trajo sanos de vuelta a Tokio, la indignación llegó a su punto máximo. Una delegación los recibió en el aeropuerto, con carteles que dejaban muy en claro que los tres secuestrados habían tenido lo que se merecían, por irresponsables. El gobierno les cobró US$ 6.000 por las tareas de rescate, dejando en claro que el costo había sido mucho más alto pero que la tarifa estaba subsidiada.


Hablando con amigos, tratando de entender esa reacción, me sorprendía el uso de la palabra "egoísmo". A mi me parecía difícil aplicar nuestro sentido de "egoísmo" a una persona que estaba arriesgando su vida para ayudar a los demás, pero la respuesta era clara: es egoísta una persona que pone su propia voluntad (incluso cuando su voluntad es ayudar) por encima de las consideraciones de todo un país, ignorando los avisos de evacuar que había lanzado el gobierno japonés en su momento.


Esta nota del New York Times resume el regreso sin gloria, y esta entrevista con Imai de la BBC explica el horror del cautiverio. Pero la imagen que me queda en la memoria es la de Nahoko Takato, sedada y visiblemente alterada, haciendo una reverencia frente a las cámaras, frente a todo un país, pidiendo perdón por su irresponsabilidad.


Hay cosas de la cultura japonesa que nunca voy a llegar a entender, y mi pregunta en este caso era: ¿cómo hubiera sido nuestra reacción, como país, si los tres secuestrados hubieran sido argentinos?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

hace un tiempo Pepe Eliaschev contó una anécdota. El estaba en no se que país de centroamérica cuando ocurrió un golpe de estado. La situación era tensa y se recomendó la evacuación. La embajada yanki dispuso los medios para que ocurra, ofreciendolo también a los periodistas no yankis. Pepe se fue con los marines. Y a los pocos meses le llegó una factura a pagar por los servicios prestados.
No me opongo a que los argentinos en el exterior reciban ayuda en un momento de peligro. Pero que cuando esten a salvo repongan algo.

Anónimo dijo...

por que no era americano, y era logico

en rigor a los evacuados habria que exigirles que al menos cedan los derechos del pasaje a la nacion basicamente

Off topic

Estimado, estuve viendo el libraco de plan de accion 2011, mucho laburo, pero, por que no pusieron un indice como la gente!!!!!

ayj

Anónimo dijo...

en ese entonces, Eliaschev residía en EUA. Es decir, pagaba impuestos alla.

el de adentro dijo...

A veces es muy difícil para el Estado argentino cobrar por sus servicios. El ciudadano argentino muchas veces considera que por pagar impuestos tiene más derechos que los que en realidad le corresponden. Un poco como si uno pagara la entrada del cine y después saliera a exigir la coca y el pochoclo.

Ayj: sí, el libraco es un problema. En realidad, está diseñado para visualizarse online... el problema del libraco es que ya sale de la imprenta desactualizado....

Anónimo dijo...

No le pidamos peras al olmo. Cómo podemos pretender que algunos compatriotas comprendan el esfuerzo realizado por el Estado ante un imprevisto en el exterior cuando no son capaces de entender los últimos ocho años de nuestra historia? Me juego a doble o nada que Susanita votó a De Narvaez en las últimas elecciones y que su deseo de fin de año fue que se bajara la edad de imputabilidad. Como dice Copani, "cacerola de teflón...a cocinar!". Flor (ISEN: La Revancha 2011!)

Matías dijo...

Es el "problema" de tener un estado de bienestar: mucha gente no le reconoce límites al mismo.

Anónimo dijo...

no salio, no importa
Eliaschev viviria alla y pagaria impuestos, pero, no era ciudadano, y esas reglas se aplican a los ciudadanos, estar alla, o en cualquier pais, dicho con la optica europea y de USA, en general, es estar invitado, te dejo estar por que me das un servicio o contribuis en algo o sos refugiado, pero, NO sos ciudadano

asi de facil es en cualquier lugar

ayj

PS Y si, el año anterior me dijeron que habia salido en cd tambien.
Duda, por que no sacaron el CD? no creo sea por costo
Duda 2, lo postearon? asi esta actualizado?

el de adentro dijo...

Flor: bienvenida de vuelta!!! Me gustó que redobles la apuesta, je je je. Lo único que no me gustó es que yo terminé quedando con el papel de policia bueno y contemporizador, jua jua jua. No es mi papel preferido...

Matías: en todo caso el problema no es del Estado de Bienestar, sino de los que no lo entienden...

Ayj: el problema del CD es el mismo del libro: queda desactualizado día a día. Este año hicimos un pen drive, pero se agotaron rápidamente... La versión real (la que usamos para laburar) está online en www.argentinatradenet.gov.ar o en agendasurciweb.mrecic.gov.ar. Ahí tenés el buscador que te facilita la vida, je je je...

Anónimo dijo...

Tremendo el caso Takato (me hace acordar que los japoneses no premian el conocimiento, sino que castigan la ignorancia).

Seguí con atención el caso Alfano, ya que no pude sino solidarizarme con los cinco de la embajada. Le aclaro a tus comentaristas que sí cumplo con el requisito para opinar (¡?) ya que estuve en el Cairo en enero. Sin embargo, como por suerte me volví unos días antes del Kil Ombo (recién comenzaba lo de Tunez) capaz que me den por inválido el argumento. Todo lo que puedo decir es que, aun en momentos pacíficos es tan pero taaaan difícil gestionar nada (ni hablemos de conseguir 70 pasajes) en Egipto, que da escalofríos pensar lo que habrán sido esos días para los 5 en la embajada.

Quizás para los que fueron con una agencia de viaje (incluso te dan "apoyo psicológico y tratan de acunarte", como dice Hector) resulta menos evidente que para los que van de manera independiente todo lo increíblemente difícil que es conseguir cualquier cosa allá. Los niveles de burocracia usuales nos parecerían,aún en la Argentina, sencillamente escandalosos.

Solo un pequeño agregado: Recuerdo que –en tiempos de paz, insisto- fuimos a una agencia de Air Egypt (la página web no daba información, Susana) para conseguir pasajes de vuelos internos (nada raro, el equivalente de Bs As-Cordoba), y estuvimos 25 minutos esperando que la commodore 64 que tenían nos dijera que para esa semana no había nada, tal vez sí la que viene.
“Eso no me sirve”, le tuve que responder.

Kind of Blues

el de adentro dijo...

Gracias Kindof por un relato en primera persona... lo bueno de tener una audiencia chica pero internacional es que, donde hay un Kil Ombo, hay un lector de EayeA... por eso mi intención era, insisto, sin conocer los detalles, tratar de darles un changüi a los de adentro de la Embajada que hicieron lo que pudieron para ayudar, y hasta consiguieron 10 pasajes en el medio del caos. Todo eso ante la mirada crítica de la prensa nacional.