Lo nuestro, es verdad, es medio cacofónico. Pero si uno se pone a pensar, no es ilógico. La Ministra de Producción estaba para hablar de los anti-dumpings. Al Ministro de Agricultura le interesa la soja. Pro-Tejer festejaba cada vez que alguien decía "ojo que los chinos son bravos". El Canciller miraba los edificios, y dijo algo de las visas (ver video, min. 14:35). El Ministro de Planificación sólo quería saber de trenes. El lomo que llevó el IPCVA, con la lengua entre los dientes por la próxima apertura del mercado, era realmente de primera.
Y bueno, así es nuestro juego. Es el gran chow de la democracia. Pero al fin del día hay una figura que ordena esa maraña de opiniones e intereses. Y eso queda bastante claro en las últimas preguntas de esta entrevista, cuando la PNA dice que:
Nosotros estaríamos “reprimarizando” nuestras exportaciones, perderíamos en balanza comercial y en trabajo en Argentina. Tenés un comercio deficitario, independientemente de la calidad de los bienes que importes o exportes, pero además lo que importás es de gran valor agregado, con lo cual destruís trabajo también adentro.
Y un poco de eso se trata. Hay negocios muy interesantes, y
Cuando yo hablo de “desojizar” la discusión no pasa por venir a pelear y decir “por favor, ábranme de vuelta las importaciones de soja” ... porque es un producto que tiene mucho mercado. Hoy estamos destinando parte de esa soja a mercado interno, por el corte de combustibles con biodiésel. Están surgiendo también plantas de un “crushing” más elaborado que el del simple aceite de soja, que no solamente obtiene aceites, sino fertilizantes, energía, biodiésel... Obviamente, si somos uno de los principales productores de soja también somos formadores de precios. Lo que hay que hacer es tener paciencia y negociar de acuerdo con criterios de equilibrio en el comercio.
En buena medida, las decisiones de comercio exterior de la República Popular están determinadas en función de ciertos objetivos políticos y de desarrollo. Entonces es importante de nuestra parte usar los instrumentos de política comercial que tenemos a mano para impulsar los negocios que nos interesan y frenar abusos que afecten negativamente el bienestar de la población argentina.
Me parece que la típica venta directa de producto argentino con tecnología argentina incorporada representa un riesgo, ya que en muchos casos (medicamentos, maquinaria agrícola, autopartes) tu socio chino Mr. Wang te firma un contrato por muchos millones y te paga muy bien por adelantado las primeras unidades de prueba. Nunca más apareció Mr. Wang, y cuando empezás a hacer las averiguaciones te enterás que hay una Argentina entera de señores que se llaman exactamente igual que tu socio. En dos años, te enterás que Mr. Wang se fue al Oeste chino, y se puso una fábrica de tu producto, que produce 5 veces más que vos y a mitad del costo. Se ahorran mucho con esto de la propiedá intelectual.
Al contrario, algunos de los casos más interesantes fueron en audiovisuales (Telefe va a producir una novela en China para el mercado chino), en medicamentos (Chemo va a invertir US$ 74 millones en un joint venture con Fosun para producir en Shanghai anticuerpos monoclonales a partir de una patente argentina). La biotecnología también tiene perspectivas interesantes. Se está por abrir el mercado chino para sémen y embriones bovinos argentinos, y las tres empresas que acompañaron la misión estaban entusiasmadas con la potencialidad del mercado. Respecto al tema de propiedad intelectual, uno de los empresarios me dijo que "si me quieren copiar, igual necesitan laburar conmigo 10 años". Y es obvio que nadie piensa quedarse parado 10 años en el mismo lugar...
Para serles muy sincero, no voy a estar 26 horas de ida y 28 horas de vuelta en clase turista para vender porotos de soja. Para eso me quedo en casa jugando a la play station, que es más entretenido. Y tengo acceso libre a facebook. Leí por ahí que Clarín dijo que fracasaron (sic) las negociaciones por la soja y que La Nación se dedicó a los modelitos que usó la PNA en las distintas ocasiones. No sé, me pareció que la gente estaba en otros temas más importantes. Aunque también había mucho busca dando vuelta por el lobby...
4 comentarios:
Lo tuyo es demasiado oficialista... creo que tendrías que abandonar el blog y escribir en Página 12, vas a hacer más guita... Sin embargo, tengo que reconocer que no sé nada de lo que pasó en China, salvo lo poco que salió en los diarios. El principal éxito pareció haber sido hacer decir a Franco que Mauricio no es Macri, o que Kirchner no es Kirchner, o algo así, además de encanutar dos votos para el matrimonio gay. Fuera de eso, cada vez es más difícil no sospechar que detrás de cada negocio hay alguna cometa que anula el posible beneficio que podría haber traído. Es jodido salir de esto... También hubiera sido bueno escuchar algo sobre derechos humanos, de un gobierno tan preocupado con el tema, pero ya sé que sabés que lo que digo es una chicana de derechoso.
No sé, quizás soy demasiado negativo y escéptico, algunas veces me lo hicieron notar. Como suelo terminar algunas de mis críticas a tus arranques oficialistas, ojalá tengas razón, estos tipos sean unos genios y yo un pelotudo...
Y si, me hubiera gustado que hubiera dicho algo de los derechos humanos. Y en el discurso de Shanghai no me gustó que alabara tanto lo de "sistema propio" sin ni siquiera hacer mención del costo social de muchas de las medidas que aplican los chinos - la topadora en la Villa XXXI, por ejemplo. Barcelona también criticó que Macri ofreciera de anfitrión a la Presidenta y los empresarios argentinos. Lo del escepticismo lo entiendo, pero me parece que hay una lógica clara por detrás del caos ordenado que uno veía. Y me parece que es difícil reglamentar lo de economía de mercado (error no forzado de NK) y aceptar bajar los anti-dumping a cambio de la reapertura del mercado de soja... bah, yo no lo haría, así que dificilmente puedo criticar al gobierno por no hacerlo...
¿Tiene sentido opinar en un post viejo?
Me parece que tu análisis sobre las ventas a China se puede reforzar con la nota de Jorge Castro en el Clarin del Domingo (http://www.clarin.com/opinion/exportacion-China-clave-demanda-alimentaria_0_300570079.html)
El tipo, como todo ex-trosko, no puede superar esa cosa de estructura y superestructura y por eso suele aburrirme bastante. Pero esta vez la matemática de las necesidades proyectadas de compras de soja para alimentar la nueva dieta de la clase media china (convirtiendo soja en carne) frente a un recurso inelástico como la tierra fértil, me parece que debe ser algo a tener en cuenta. Tarde o temprano (más temprano que tarde) es inevitable que los tipo vuelvan a la compra de soja.
Ahora, podría ser que parte de la estrategia sea comprar los granos y procesar en aceite en China y reprimarizarnos aún más. Quedarse con ese eslabón del valor agregado. No lo sé.
En todo caso la estructura de la demanda china nos puede ayudar pero deberíamos empezar a pensar qué sectores de valor agregado (¿cine, biotecnología, textiles de diseño, bienes de capital?) podemos y queremos desarrollar. Y poner políticas públicas en funcionamiento para apoyarlos. Esta sintonía fina y pensamiento a largo plazo parece el flanco más débil del kirchnerismo.
Otra pregunta para alguien que está en el comercio exterior: cuánto afecta la apreciación real del peso nuestra capacidad exportadora? Digo, el dolar caro pareció ser la única política industrial del gobierno y ahora ni eso. Digo...hay mucho paper de Rodrik, Frenkel, Damill que vinculan dolar competitivo con desarrollo industrial y me preocupa que nos agarre la enfermedad holandesa de tanto vender soja.
Siempre un gusto leerte.
r.-
Estimado r.: lo del tipo de cambio y la apreciación es un debate que se viene dando hace mucho. Hay un hecho que me parece central, y es que todos sabemos que el tipo de cambio depreciado puede darte un impulso inicial, pero no sirve como política industrial a largo plazo. Para mi la clave es el acceso y costo del financiamiento: si se logran mejores condiciones de financiamiento para las empresas exportadoras, se puede más que compensar el efecto negativo en la competitividad de una apreciación real del tipo de cambio.
El problema que tenemos con China es que ellos quieren comprar un factor de producción único, que es tierra. Quieren procesar y transformar todo ellos, entonces claramente tenemos que tomar cuidado con lo que les vendemos. Y para eso, se requiere una estrategia coordinada con los demás productores de soja. Se requiere una especie de OPEP informal de la soja que pueda establecer criterios de procesamiento para no venderles sólo materia prima. Mi opinión es que no estamos en condiciones de imponerles los productos que queremos vender, entonces tenemos que empujar el tipo de negocios que queremos (y esos negocios requieren inversión)....
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