Somos casi casi una Provincia. La famosa Provincia 25. Hace unas semanas, escribí un post sobre temas de política exterior que, en mi opinión, nos permiten sacar músculo. Uno de ellos es el inciso 7 del post de anteayer:
Entender en la protección y asistencia de los ciudadanos e intereses de los argentinos en el exterior, así como fortalecer sus vínculos con la República.
El cumplimiento de este mandato es responsabilidad primaria de la Dirección General de Asuntos Consulares y de la Red de Consulados y Secciones Consulares que tenemos desparramados por el mundo. Y no creo que lo estemos cumpliendo mal. Entonces… ¿cómo puede ser, viejo, que el Ministerio del Interior quiera sacarnos tan alevosamente uno de los ejes de nuestra existencia?
Justamente formular estas preguntas y tratar de esbozar respuestas es uno de los objetivos de este bloj, entonces el de adentro se embarca en eso del periodismo investigativo, pero ¡jamás independiente! Le tomé media hora a un colega que escribió su tesis para Ministro sobre el tema. Su objetivo era proponer una política integral de atención al ciudadano argentino en el exterior.
Y los problemas empezaron ya con el título de la tesis. ¿Política? ¿Atención? Parece que a muchos de nuestros colegas, y a muchas de nuestras autoridades, les molesta el temita este de tener que atender a nuestros compatriotas. De la misma forma que a muchos diplomáticos les molesta el uso de la palabra política en la expresión “política exterior”, a muchos colegas (no sé si serán los mismos) también les parece molestar el uso de la palabra servicio en la expresión “servicio exterior”. Lo que a nadie le parece molestar es la palabra “exterior”.
Yo entiendo porque a Interior le interesa el tema. Son votos. Entre 800.000 y 1.300.000 argentinos viviendo afuera (no hay un censo), lo que nos hace una provincia ubicada entre Santiago del Estero y Entre Ríos, por población. Con sólo 40.000 votantes registrados (sin voto obligatorio…), manejamos un padrón casi igual al de la ciudad de Gualeguaychú. También entiendo que el tema no sea prioritario. Por distintas razones, el voto del argentino en el exterior es un voto generalmente “institucionalista”, o sea, opositor. Nadie va a ampliar la base de electores para que te voten en contra…
Frente a mis especulaciones electoralistas, el colega me frenó con una verdad innegable: “la parte electoral es consecuencia de tu actividad como Consulado”. El acto de comparecer en el Consulado el día de las elecciones depende de un trabajo de años. Nadie se va a acercar al Consulado a votar si no hacemos nosotros el esfuerzo de acercar al argentino a su Consulado. Los votos hay que ir a buscarlos, uno por uno.
Antiguamente, la Ley de Ministerios no establecía una función específica de fortalecer los vínculos de la comunidad con la República. Ahora sí.
Y la gran pregunta que se hace nuestro colega, y que quiero dejar aquí planteada, es: ¿cómo acercamos a los argentinos a su Consulado? Su visión es que no se necesita mucha plata, y que lo más importante es un cambio de mentalidad: que se busque atender al ciudadano. Porque todavía hay gente en la carrera que piensa que el compatriota es un estorbo. Yo comparto plenamente esa visión. Pero el de adentro igual prefiere hacer política con presupuesto…
4 comentarios:
La verdad que yo no creo para nada que el voto de los argentinos en el extranjero sea opositor. Pero sí que van a votar muy pocos. Un poquito de "nudging" hace falta ahí, y no debe costar nada.
Los que van a votar en el exterior, que son una minoría (el voto no es obligatorio, los Consulados o Embajadas a veces están lejos de la casa de uno, etc), generalmente votan oposición, mucha UCR, y mucho candidato "reconocido internacionalmente por su seriedad" (López Murphy, Lavagna). Una hipótesis que tengo es que el voto en el exterior es mucho más influenciado por Clarín y La Nación. Habría que hacer estadísticas, pero creo que la proporción de peronistas que emigran es menor a la proporción de peronistas en la población en general. Es verdad que el "nudging" hace falta, pero la tesis de este amigo es que el voto es consecuencia del trabajo de acercamiento que hacés en los dos años entre elección y elección.
Eso, habría que hacer estadísticas. Mi pequeña muestra me dio que hay casi más peronistas afuera que adentro.
¿En serio? Mañana me fijo números de elecciones pasadas y hago un post sobre el tema, je je je.
Publicar un comentario