lunes, 13 de septiembre de 2010

Renminbi y Multilateralismo

Este es un tema que nos interesa a todos: ¿cuánto debe valer el renminbi? China ya es el mayor exportador y segundo principal importador del mundo, por lo que el valor de su moneda dejó de ser una cuestión "interna" del gobierno chino y nos termina afectando a todos. Hablando desde la Argentina: ¿nos conviene que el renminbi se revalúe para tratar de mejorar nuestra balanza comercial con China y diversificar nuestra pauta exportadora? ¿O los riesgos de una desaceleración en China, consecuencia de una revaluación, son mayores que los beneficios de mejorar nuestra competitividad?

Este artículo de Dani Rodrik presenta los dos argumentos desde el punto de vista de un país pobre. La conclusión es muy interesante, porque explicita los riesgos de permitir una sobrevaluación de la moneda en función de la demanda china de materias primas y su consecuente efecto en la trama productiva del país. Ahora bien, no es mi intención tratar el tema del "valor justo" del renminbi desde un punto de vista económico - creo que l@s muchach@s de la BEA están más capacitad@s que yo para hacerlo. Lo que pretendo hacer en este post es evaluar los distintos marcos institucionales para tratar tipos de cambio entre países, y las consecuencias para la Argentina de adoptar cualquiera de los marcos mencionados.

1. Libre flotación: dejar que la mano invisible determine los tipos de cambio te ahorra crear un marco institucional para tratar el tema. Ahora, hay un par de temitas. Para empezar, China es un país socialista que no permite la libre flotación de su moneda. Bah, ni siquiera permite la total convertibilidad de su moneda. Sí, los mercados libres permiten solucionar todos los problemas que uno pueda llegar a tener. Como la paz en el mundo. El asunto es que uno vive en el mundo real, no en Utopia. Y los problemas derivados de desequilibrios cambiarios deben ser resueltos en el mundo real. La paz en el mundo, como la libre flotación, funcionan siempre y cuando nadie dispare el primer tiro.


2. Solución multilateral: tengo muchos lectores muy jóvenes que no se deben acordar, pero antiguamente había una institución que trataba estos temas. Entre sus varias funciones, se encontraba la de

(iii) To promote exchange stability, to maintain orderly exchange arrangements among members, and to avoid competitive exchange depreciation.

En este respecto, nunca terminó de funcionar del todo. Ese organismo se llamaba Fondo Monetario Internacional, y cuando en 1985 las principales economías del mundo llegaron a un acuerdo (Plaza Accord) para estabilizar los tipos de cambio post-II Crisis del Petróleo, al FMI ni lo invitaron. Pero de tanto escuchar el viejo argumento que a un país mediano y con poco poder relativo (como la Argentina) le interesa el estricto cumplimiento de las reglas multilaterales, uno lo termina comprando. Y queriendo.


3. Solución plurilateral: es la que funciona en la práctica, desde Plaza hasta nuestros días. Pero mejorada. Antes el bacalao lo cortaba el G-7, y ahora por lo menos se escucha la voz de los países "emergentes". Para todos los efectos prácticos, en lo que hace a ordenamiento del sistema financiero internacional el G-20 es el heredero del FMI. El gran problema del plurilateralismo es que los países chicos no tienen voz. Y tienen problemas específicos que requieren soluciones específicas. Pero algo es algo. China logró que el tema de su tipo de cambio no fuera mencionado directamente en el Comunicado de la Cumbre de Toronto del G-20 (junio 2010), pero a cambio tuvo que hacer señales para calmar a los demás.


4. Solución bilateral: es el acabóse. Es aceptar que el valor del renminbi lo van a fijar China y EE.UU. en función de un acuerdo que va a contemplar los intereses de ambos países y que será anunciado con bombos y platillos como "bueno para la humanidad". Me preocupa un poco ver que nos encaminamos a esta solución. El jueves Geithner estará en el Congreso de EE.UU. explicando qué piensa que hay que hacer con la tasa de cambio china. Probablemente muestre los dientes, como lo hizo ante el Congreso en junio. El mensaje fue básicamente "China terminará haciendo lo que yo digo que tiene que hacer (revaluar) porque es lo que más le conviene".


A China le conviene un acuerdo bilateral con EE.UU. Pero revaluar su moneda implica "multilateralizar" las concesiones, por lo que probablemente buscará un paquete con concesiones en otras áreas que interesen a EE.UU. y le permitan minimizar la revaluación. En esta nota del China Daily la estrategia china queda clara: a Obama no le conviene gastar "capital político" en una guerra comercial con China. Hablar del yuan es hablar de guerra. Entonces hablemos de otras cosas... como garantizar las condiciones para que el superávit comercial chino con EE.UU. sea recanalizado a través de flujos de capital chinos a EE.UU. Y aprovecha para quejarse del "clima de negocios" para las inversiones chinas en EE.UU.




¿Y la Argentina? Es muy claro que en Utopia nos conviene la solución 1. Podríamos hasta firmar un compromiso de no intervenir en los mercados cambiarios cuando los demás países dejen de hacerlo. Lo que no podemos es auto-limitarnos en un mundo de interventores. La solución 2 es interesante, pero requiere una reforma integral del sistema de Bretton Woods que la Argentina no está en condiciones de impulsar.


Hoy en día, claramente nos conviene reforzar el rol del G-20. Principalmente porque estamos adentro. No podemos aceptar que temas como la valuación del renminbi sean excluídos de la agenda o sean lavados. Porque como Argentina no tenemos el poder para discutirlo en serio con China, y si no lo trata el G-20 nos tenemos que limitar a ver cómo los demás deciden un precio que nos afecta. A veces te toca asumir el rol del hincha-pelotas...


Por otro lado, me parece que como miembros del G-20 tenemos que seguir canalizando las inquietudes de las economías menores. Los demás países de Sudamérica tienen un interés en esta materia, sus economías son vulnerables a la volatilidad cambiaria - más incluso que la Argentina o que Brasil, países con un entramado industrial más sólido y un mercado interno más desarrollado. Son (somos todos) vulnerables a los peligros de tener un tipo de cambio sobrevaluado respecto a un importante mercado como es China.

2 comentarios:

ayjblog dijo...

le falto una cosa en el analisis creeria, que, pareceria ser una bomba de tiempo en China, los bancos y la burbuja que parece estar corriendo ahi.
Si alguno de los dos genera un inconveniente, no creo revaluen, por mas bonos que tengan en la caja
Por otro lado, a pesar que Obama diga lo que diga, las elecciones que se acercan son un test complicado para el, y, los republicanos estan moviendose hacia un esquema mas democrata, diciendo (al decir de un paleoconservador, del pais entre las costas) no sirve un pais donde exportamos copyright e importamos contenedores de China para Wal Mart

PS: Este tema es muy mucho mas divertido que los coloquios

el de adentro dijo...

Hola Ayj... es verdad que el tema es mas divertido que los coloquios, pero evidentemente mueve menos, je je je.

Yo creo que la revaluacion es medio inevitable. Japon aprovecho a Bretton Woods para mantener su tipo de cambio fijo mientras aumentaba su productividad a pasos agigantados. Pero en la crisis del 71 Nixon abandono el patron-oro y a Japon no le quedo otra que revaluar...