domingo, 24 de marzo de 2013

EANGO

Hmmmm, me doy cuenta que en este periplo por Angola hasta ahora me he dedicado principalmente a hablar de boludeces. Bueno, no necesariamente boludeces, pero temas más light. Música, las cataratas, mujeres con baldes en la cabeza, encendedores. Tuve mis momentos serios como este, pero en términos generales no he escrito sobre el laburo. Bueno, creo que es hora de contar un poco sobre el motivo principal que me trae a Luanda (además del kuduro y la tarrachinha, obvio).


Esta es nuestra Embajada en Angola. Queda ubicada en la calle Comandante Stona, nº 190, en el barrio del Alvalade, distrito de Maianga, provincia de Luanda. Está abierta de lunes a viernes de 8:30 a 16:30.  Anteriormente he escrito sobre sedes argentinas grandes como nuestra Embajada en Alemania o el Centro de Promoción en San Pablo. Embajadas y consulados con muchos funcionarios, con divisiones funcionales en "secciones", con mucha gente laburando en los temas.

Esto es otra escala. Somos 9 personas en total, de las cuales 2 venimos de Buenos Aires. Es medio como una embajada DIY. En primer lugar, atendemos una colonia argentina de aproximadamente 200 personas. Emitimos unas 10 visas por semana en promedio. Preparamos estudios y perfiles de mercado a pedido de empresas argentinas. Difundimos oportunidades comerciales para nuestros productos. Políticamente, trabajamos con la Cancillería, por ejemplo, en la visita del Ministro de Administración del Territorio con dos gobernadores y tres intendentes a la Argentina la semana pasada.

Sí, hacemos muchas cosas interesantes, y quedan muchas otras por hacer. Pero bueno, una vez ya les comenté que más allá de las hipérboles, la rutina es algo que a muy poca gente le puede interesar. Como por ejemplo las horas del día que uno gasta controlando que haya gasoil en el generador, que el tanque de agua se llene correctamente, que la chica que se encarga de la limpieza se encargue de la limpieza y no de dormir unas buenas siestas en algún sillón escondido mientras escucha a Rihanna en su celular.


O el tiempo que se pierde averiguando que la razón por la que todas las transferencias de la Embajada están paralizadas hace quince días es porque en el banco se perdieron las fichas con las firmas. Y no se les ocurrió avisar. O puteando a la empresa de internet porque estamos sin servicio durante 48 horas. O frenando la catarata que sale del aire condicionado que tiene que mantener frío el servidor que nos conecta a Buenos Aires, tratando de evitar un corto circuito y sin esperanzas de mantener el cuarto a la temperatura siberiana necesaria.

Tratando de a dos de frenar los chorros de agua, secar el piso, levantar los equipos para que no se mojen y llamar a la empresa de mantenimiento, me di cuenta lo importantísimo e interesantísimo de mi laburo. Es casi como que estuviera por salvar el mundo de un momento a otro. Mejor vuelvo a escribir sobre las boludeces de siempre...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja... el lado no glamoroso de la diplomacia, es para ahondar en el tema estimado.

Anónimo dijo...

bueno che, alguna vez tenes que pagar los vernissages (o como se escriba) y el boludeo en Berlin escrito aqui mismo, isnt it?

ayj

El Marpla dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Marpla dijo...

Esta muy bonita EANGO, hasta cuando se queda por ahi EDA?

el de adentro dijo...

Anón: el lado no glamoroso de la diplomacia o el 95% de mi día laboral, je je je.

ayj: las deudas de Berlín las pagué en Berlín, jua jua jua. Acá no sé bien qué deudas estoy pagando, pero por las dudas me voy divirtiendo en el camino. Y si me aburro, entraré en default!

Marpla querido, vuelvo allá por junio (supongo). A ver si los torturo un rato nuevamente en el segundo semestre!!!!!

Alcides Acevedo dijo...

Y bueno.... la primera vez que laburás en tu vida...

Angola viene a ser como una caricatura de la Argentina, vos sentís en Angola lo que un alemán promedio siente en Buenos Aires.

Espero que repunten la exportaciones argentinas gracias a tus "informes"... te recuerdo que por ahora vienen cayendo.

Anónimo dijo...

La diplomacia hoy por hoy (y desde hace bastante tiempo) no tiene ningun lado glamoroso o aspectos que puedan considerarse glamorosos.

Es un prejuicio utilizado para meter mano de la Cancilleria y sus magros recursos en beneficio de gente que, a pesar de sus mantras, tiene escasa nocion del mundo real y padece perturbaciones psicologicas que las inhabilitan para tomar decisiones elementales.

el de adentro dijo...

Alcides: hay una delgada línea roja entre el comentario pedorro y el insulto. Vos pasás de un lado a otro de esa línea sin verguenza, no? Respecto a como se siente un alemán en Buenos Aires, a menos que vos tengas pasaporte alemán y sepas lo que siente un alemán descarto tu comentario por irrelevante. Respecto a mis "informes", no sé de qué hablás. Suerte!

Anón: antes (hace mucho tiempo) lo tendría? O es una visión romántica del pasado que tenemos los diplomáticos?